Durante años las llevábamos tan finas que casi desaparecieron de muchas caras. Ahora regresan esas cejas fuertes, espesas y gruesas que tan de moda pusieron en los años ochenta Madonna o Brooke Shields.
Hubo un tiempo allá por los años 90 en la que incluso desaparecieron del rostro de muchas mujeres. Tanto nos metimos con las pinzas que arrollamos absolutamente con todos los pelos que enmarcaban nuestros ojos. Queríamos parecernos a Michelle Pfeiffer cuando aún creíamos que su belleza era natural y que el arco de su ceja no era obra de ningún famoso cirujano plástico de Los Ángeles.
Las cejas salvajes fueron tendencia en 2017, pero este año la moda se diversifica hacia otros tipos de cejas de los que oímos hablar constantemente y que muchas no conocemos: las messy, las smokey, las brushed up, las feather/pluma o las bold, por poner un ejemplo.
La estilista Bárbara Torres apuesta por la naturalidad a la hora de escoger tu tipo de ceja ideal, en detrimento de aquellas cejas tan delgadas y delineadas de hace años. “Se lleva la maxiceja y será por mucho tiempo, eso advierten las nuevas tendencias, ya sea afilando un poco al final o dejándola en forma de cono, siempre respetando los rasgos y gustos de cada una”, apunta la experta. Eso sí, que las cejas salvajes, gruesas y espesas sean lo más "in" no significa que debamos descuidarlas. Hay que cuidarlas, cortarlas y darles forma.
Las cejas de Cara Delevingne están entre las más deseadas y para conseguir este tipo de ceja tan tupida y estudiadamente desordenada, puedes ayudarte de un cepillo para peinarlas hacia arriba y dar sensación de más densidad, si hay poca, y de un kit imprescindible para trabajarlas. “Nos bastaría con unas tijeras, una paleta con el color deseado, un lápiz para rellenar huecos y un gel para cepillar después, además de un iluminador”, comenta Bárbara.
Antes de optar por el tipo de ceja que mejor va con nuestros rasgos faciales, hay que asegurarse de tener suficiente vello en las mismas. Si se tienen actualmente las cejas muy finas, hay que dejarlas crecer, y el asunto lleva su tiempo. El problema es que no puedes dejarlas crecer sin ir depilándolas, por lo que se recomienda olvidar las pinzas por un tiempo e ir cortando con cuidado y con ayuda de unas tijeras el pelo largo que sobra de la ceja. Mientras tanto, el lápiz y algunos polvos que podamos utilizar para remarcar, solucionarán la papeleta, siguiendo el trazo que va del principio al final, rellenando allí donde se vea una o varias calvas: “Si nuestra cara es redondita, unas cejas tipo bushy la afilarán, sobre todo si las peinamos hacia arriba. Para rostros más duros y angulosos, cuánto más simétricas mejor, y siempre en horizontal”, aconseja Bárbara.
Aunque las cejas se lleven espesas, hay que darles forma. Por ello es primordial ir eliminando, según vayan saliendo, esos pelillos que crecen sin dirección concreta alrededor de la ceja, sobre todo por la sien. Haz esto con cuidado y no se te ocurra ir metiendo mano a la zona superior de la ceja, ya que corres el riesgo de desfigurarla.
Puedes hacerte con un cepillito, impregnarlo de laca para pelo y cepillar las cejas, siempre en dirección ascendente. Les darás un aspecto cuidado.
Si aplicas con los dedos o con un cepillito un poco de aceite de ricino en las cejas por la noche y las limpias por la mañana, conseguirás que éstas tengan un mayor grosor en tres o cuatro semanas. Lo mejor es mezclarlo con un poco de aceite de oliva.
Si además quieres hacer crecer tus cejas, aplica jugo de cebolla fresca sobre ellas. Deja que actúe 30 minutos y crecerá nuevo pelo. El gran contenido en azufre de la cebolla estimulará la circulación de la zona y al fin podrás hacer desaparecer esas calvas que tanto te esfuerzas en tapar con lápiz o sombras.