España es uno de los países europeos en los que más comida se derrocha: 1,3 kilos de comida por familia a la semana, tal y como asegura la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Una de las causas principales es la falta de planificación en los hogares españoles. La escasez de tiempo libre y el ritmo de vida que marca la sociedad dificultan a muchos hogares el llevar una organización en su alimentación diaria, pues compran compulsivamente productos que no saben si llegarán a consumir.
Ante estos resultados alarmantes, es necesario concienciarnos de la importancia de no desperdiciar comida. Con la ayuda de Lola Market, te damos las claves para reducir los desperdicios orgánicos en los hogares y aprovechar al máximo los alimentos que adquirimos, lo que repercutirá directamente en un ahorro en la cesta de la compra:
Las verduras y hortalizas son los alimentos que más terminan en la basura. Junto con las raíces y los tubérculos (45%), las tasas de desperdicio de frutas y hortalizas (45%) son mucho más altas que las de cualquier producto alimenticio.
Los siguientes consejos te permitirán mantener las frutas y verduras por más tiempo frescas, para no renunciar a ellas en nuestra dieta y reducir al mínimo su desperdicio:
¡Idea! Cuando peles los calabacines para utilizarlos en alguna crema o cualquier guiso, ¡no tires la piel! Lava y escurre las pieles, mételas en una bolsa para congelar y las podrás utilizar para hacer un revuelto con cebolla y huevos. ¡Exquisito!
Un huevo, un trozo de queso, una loncha de jamón, un poco de leche, berenjena, zanahorias, una pera y una naranja, 2 tomates de la ensalada de anoche y media tableta de chocolate... ¡No te ruborices! ¡Acción imaginativa! Te damos las mejores ideas para aprovechar las sobras y preparar un menú delicioso con los restos de comida de la semana:
Coge el huevo y la berenjena. Corta la berenjena en rodajas, coloca sobre un colador y espolvorea con sal. Transcurridos 10 minutos, pasa por agua fría y estará lista para utilizar, libre de amargor. Pasa la berenjena por el huevo previamente batido y fríe en la sartén con aceite de oliva virgen caliente. En unos minutos tendrás unas chips deliciosas.
Trocea las zanahorias y ponlas a cocer durante 10 minutos. Después, escúrrelas y reserva el caldo. En otro recipiente vierte las zanahorias, añade medio vaso de leche, un poco de sal y un trozo de queso. Tritura con la batidora hasta obtener una crema fina de lo más sana, ligera y nutritiva.
Pon a cocer el huevo durante 8 minutos. Retíralo del agua, pélalo y corta por la mitad. Saca la yema cocida y apártala. En un plato corta un tomate, una loncha de jamón en tiras finas, y desmenuza por encima la yema de huevo hasta obtener una mezcla espesa con la que rellenarás los huevos. Un poco de sal o especias y mayonesa que guardes en la despensa, y ya tienes un rico tentempié.
Pon a batir el huevo, un poco de leche y sal. Trocea el jamón y el queso y añade al batido de huevo. Ahora, en el horno precalentado, pon la mezcla en un plato o recipiente adecuado durante 7/8 minutos.
Aparte, en un bol, trocea el tomate y tritúralo con la batidora. Ponlo en un cazo a calentar con una cucharada de aceite, 2 cucharadas de azúcar, y media cucharadita de sal, hasta que hierva. Una vez que se haya quedado la salsa homogénea, vierte por encima de la tortilla retirada del horno. ¡Una delicia que seguramente querrás volver a probar!
¿No sabes que hacer con ese medio pimiento rojo que te ha sobrado y que seguramente terminará pudriéndose en el frigorífico? Pícalo a trocitos muy pequeños y ponlo al fuego con dos cucharadas de aceite de oliva, cuando esté sofrito agrégale medio bote de tomate frito, una cucharada sopera de azúcar y un buen pellizco de albahaca seca. Déjalo hervir unos minutos para que se disuelva el azúcar y se mezclen los sabores y habrás convertido medio pimiento perecedero en una estupenda salsa para acompañar pasta rellena, ravioli, tortelini… que podrás congelar y utilizar cuando la necesites.
El postre que te quita las penas y sube el estado de ánimo. Con la tableta de chocolate, medio vaso de leche y azúcar prepararás la salsa de chocolate. Introduce la mezcla en el microondas hasta que veas que está completamente derretido (¡cuidado que no se queme!). Trocea la pera y la naranja, y espolvorea con algo de azúcar. Coloca los pedazos de fruta en un plato y cúbrelos con el chocolate. Mételos en la nevera durante media hora y ya tienes una fondue de lo más placentera para tu paladar...