El jengibre es la raíz de una planta con flor que pertenece a la familia de las zingiberáceas, igual que la cúrcuma o el cardamomo. Tiene un sabor y un aroma picantes, con un intenso toque cítrico y fresco. Aunque se puede encontrar casi en cualquier sitio y su popularidad ha crecido en los últimos tiempos, aún es un alimento un tanto desconocido, pero con muchas posibilidades curativas y beneficios.
Es excelente en el tratamiento de numerosas dolencias como la hipercolesterolemia, la artritis y problemas digestivos tales como diarreas, indigestiones, cólicos, náuseas, además de aliviar la acidez. Prepara una infusión con una cucharada sopera de raíz de jengibre por cada taza de agua y deja hervir 5 minutos, resultará ideal consumirla tras la comida para eliminar los gases y aligerar la digestión.
Además, según un estudio realizado en la Universidad de Medicina de Taiwan, el jengibre puede ser un remedio económico y completamente natural para eliminar la diarrea infantil, enfermedad que en muchos países acaba con la vida de los pequeños debido a la deshidratación. El jengibre posee componentes capaces de inhibir la unión de la toxina de la bacteria E.coli -causante de la diarrea- con las células del intestinto, cesando así la diarrea.
Esta raíz es ideal en dietas de adelgazamiento o simplemente cuando quieres mantener tu peso bajo control, ya que estimula el metabolismo y ayuda a perder grasa. El jengibre fresco, además, evita los incómodos gases que hinchan el vientre. Por todo ello, resulta de gran ayuda para reducir centímetros en la zona abdominal.
Por si fuera poco, es muy potente para los problemas del aparato respiratorio como amigdalitis, asma, gripe, resfriados y bronquitis. También combate las migrañas, equilibra los niveles de azúcar en el organismo, elimina toxinas y estimula la circulación sanguínea. ¿Alguien da más? No hay duda de que en realidad es un tubérculo casi milagroso.
Lo más habitual es tomarlo como infusión, pero también puede emplearse directamente como condimento en numerosos platos. De hecho, se ha convertido en el complemento perfecto de salsas, cremas y recetas de carnes, aves y pescados. Eso sí, por su intensidad de sabor, picante y muy aromático, debe utilizarse en pequeñas dosis.
Es una planta muy utilizada en la medicina tradicional desde hace miles de años. Originaria del sureste asiático, aunque ahora es común encontrarla en cualquier lugar del mundo. De hecho, los principales productores no solo son países asiáticos (China, India, Nepal o Bangladesh), sino también otros como Jamaica.
El jengibre puede tomarse de muchas formas: fresco, seco, en polvo... Se utiliza sobre todo en la gastronomía, pero también en el mundo de la cosmética. Esto se debe a que posee un gran número de beneficios para la salud gracias, sobre todo, a uno de sus componentes más importantes: el gingerol. El gingerol es un aceite esencial que da al jengibre su sabor picante y es el compuesto activo responsable de la mayoría de sus propiedades medicinales. Además, contiene muchos otros nutrientes, pues crudo es rico en minerales como el calcio, el sodio, el potasio o el fósforo y en ciertas vitaminas, como la C, la B2, la B3 y la B6.
Repasamos una a una las extraordinarias propiedades del jengibre:
Pese a los numerosos beneficios del jengibre para el organismo, en algunas ocasiones su consumo puede resultar contraproducente. Por lo que en los siguientes casos lo mejor es consultar con un especialista:
Desde Yocomobien.es nos invitan a descubrir cómo utilizar y conservar el jengibre, que podemos encontrar en los establecimientos presentado de diversas formas:
Se recomienda consumir entre uno y dos gramos de jengibre al día para aprovechar todos sus beneficios y mejor fresco que en polvo, ya que contiene más gingerol.
No se puede olvidar que esta raíz es un buen condimento para hacer salsas, como la de soja o el curry, sopas y cremas. También puede acompañar platos elaborados con carnes, aves, pescados y derivados como el sushi, mariscos y hortalizas. Estas son las formas más saludables de incorporarlo a tu vida:
La forma más famosa de consumirlo es el té de jengibre. Solo hace falta hervir unos trozos en un cazo de agua durante unos quince minutos, dejar que repose y añadirle un chorrito de limón al gusto. También hay muchos tipos de infusión de jengibre que ya se venden listas para consumir, en las que se combina su sabor con cítricos, como el limón, o con dulces, como la miel. Los expertos recomiendan una o dos tazas de té de jengibre al día.
Puede ser un toque final perfecto para un plato de carne, ya sea rallado o en polvo. Para los pescados, la combinación de jengibre con limón aportará un extra de frescura y picante.
También se puede añadir crudo o rallado a una ensalada, como un ingrediente más. O utilizarlo para hacer un buen condimento (por ejemplo, una sencilla mezcla de salsa de soja, agua y jengibre licuado irá genial en una ensalada). Por supuesto, también se puede utilizar en sopas. Una receta muy sencilla, pero a la vez nutritiva y sabrosa, es un simple caldo de cebolla, zanahoria y jengibre.
Casi cualquier verdura que hagamos a la plancha se puede saltear con un poco de jengibre rallado y para darle un toque más oriental se puede añadir unas semillas de sésamo y un poco de salsa de soja y aceite de sésamo. Con brócoli y zanahoria combina a la perfección.
También se pueden tomar en cápsulas, ideales para los que quieran reforzar su sistema inmunitario, reducir la sensación de mareo y náuseas, y contribuir al buen funcionamiento intestinal, además, es muy útil en casos de fatiga. También puede ser aconsejable para todas aquellas mujeres que quieran favorecer su bienestar digestivo durante el primer trimestre del embarazo, evitando náuseas y vómitos, en este caso hay que hacerlo siempre bajo prescripción médica y sin consumir cantidades superiores a un gramo al día. Siempre que uno decida tomar cápsulas con jengibre se recomienda leer detenidamente las instrucciones de uso que se adjuntan en los envases y seguir las indicaciones del fabricante para tomar la dosis diaria adecuada.
Independientemente de que el jengibre se puede utilizar en infinidad de recetas, lo encontramos principalmente en repostería, sin duda la forma más popular son las galletas de jengibre navideñas típicas de Estados Unidos e Inglaterra, cuya receta puedes encontrar aquí.