El interior de un hogar habla mucho de la personalidad de quien la habita. Pero, con la llegada del calor y del sol hay que tener en cuenta otros aspectos, como la luz.
Si la decoración es oscura -muebles de caoba, cerezo- será recomendable dar un toque de color con los complementos. El mobiliario en tonalidades claras está en alza, son muchos los decoradores que han sustituido las maderas anteriores por olmo o roble antiguo.
Gerry Dufresne, responsable de interiorismo de Ikea Ibérica, pone el énfasis en tratar de rememorar los mejores momentos de veranos pasados. "El tacto y el olor de la ropa de cama; la diversión y las tonalidades de las toallas de playa, lo relajado e informal... los textiles de verano actuales se inspiran en los buenos recuerdos, en lo divertido, expresando quién eres y qué crees".
Para la elección de los tejidos del menaje del hogar, hay que huir, siempre que sea posible, de los acrílicos, y centrarse en el lino y el algodón. Ambas son telas frescas, pero en el caso del lino, resulta más fino y delicado al tacto. Dufresne recalca además que "las fundas de algodón y lino no necesitan plancha y son de fácil cuidado".
Será recomendable descolgar las pesadas cortinas de invierno, y sustituirlas por "textiles sencillos", vaporosos y frescos visillos.
En el dormitorio, el interiorista de Ikea, sugiere "cambiar las fundas de almohadas por otras con rayas, colores, y patrones para combinar y… olvidar las normas”.
Con la luz de la temporada estival, los colores toman un relieve especial. Gerry Dufresne propone "usar el color amarillo, si se necesita más sol. El azul, para refrescar una habitación. El verde, para traer la naturaleza... y el blanco, para aumentar la luz".
En verano se disfruta de caminar descalzo por casa, por eso no hay que olvidar el suelo. Las alfombras dan un aspecto de invierno y crean la ilusión óptica de empequeñecimiento de la estancia.
La solución es optar por alfombras de verano de algodón, como las que emulan las ondas de la arena del desierto, o las de bambú, si buscamos un ambiente más oriental. Otra posibilidad es, simplemente, retirarlas, ahorrando de esta manera tiempo y esfuerzo en la limpieza.
En cuanto a la disposición de nuestros muebles, no hace falta cambiarlos todos de sitio, con pequeños movimientos será suficiente. Por ejemplo, si se coloca la mesa alejada de la ventana, conseguiremos reducir el bochorno mientras se esté sentado a ella, y, si, además, se coloca cerca de una pared, la sensación de frescor aumentará.
Con el mismo fin existe la posibilidad de "crear lugares de penumbra con celosías y vegetación", que igualmente darán un aspecto más íntimo y espiritual al espacio, como recomiendan desde el Colegio Oficial de Decoradores de Madrid.
No es necesario dejar vacío el bolsillo para llenar nuestra casa con un poco de verano. Podemos llenar botellas de decoración -que tienen un precio muy asequible- de distintos tamaños y tonalidades, con agua. Al colocarlas en repisas o en ventanas nos darán un ambiente luminoso, ya que la luz las atravesará reflejando los colores en la estancia.
Para los amantes de los detalles y no de los grandes cambios, en superficies comerciales podremos encontrar complementos que, con un precio razonable, darán un toque veraniego a nuestra casa, como cojines o ropa de cama.
También se puede recurrir a jarrones y vasos, convirtiéndolos en un comodín de decoración. Podemos introducir en ellos algún elemento verde, y agua, rellenando unas vasijas de cristal con calas y Bygrass. Eso sí, no sobrecargues la zona con objetos innecesarios. Cuida el volumen, la altura el fondo y reparte las proporciones de las figuras.
Aunque las plantas se mantengan todo el año, hay algunas que florecen o que alcanzan su máxima belleza, especialmente en esta época.
Se pueden considerar de temporada las petunias, tagetes, geranios en sus diferentes variantes, pensamientos, zinnias... También la etapa calurosa del año es ideal para la proliferación de las plantas tapizantes de pared como la wisteria, parra virgen o jazmín. Todas ellas son de exterior.
Si no se cuenta con terraza no debes renunciar al color y aroma de plantas y flores. Las orquídeas, la saintpaulia o la violeta africana llegan a su punto álgido de floración en verano y su crecimiento es compatible con su colocación en el interior. Estas "han de ubicarse en lugares iluminados, sin una incidencia directa del sol y evitando corrientes de aire", explican Olga Zarzuela Garrido, directora de la Asociación Española de Floristas Interflora y Pilar Utessa, florista y miembro de la directiva.
Si se quiere regalar una planta, una de las que más se vende es la Azalea japónica Rústica "que es muy floribunda". Aunque su flor no es tan densa como la de su variante invernal. También las gardenias son plantas cuya venta para regalo funciona muy bien en verano.
No obstante, hay que tener en cuenta las atenciones que requieren. Deben tener un riego constante y sin excesos, con un recipiente suficientemente grande para que retenga el agua y la humedad.
Es importante adaptar los cuidados a las necesidades de cada especie, y para ello hay que informarse sobre cada una de ellas. "Siempre que sea posible es aconsejable recurrir a los profesionales, que en el momento de la compra y después, nos darán toda la información necesaria", aconsejan las especialistas.
No es necesario un cambio radical para aprovechar al máximo las ventajas de la estación en la que prima el calor, el sol, y la luz. Además, debemos hacer un uso responsable de la energía, rindiendo al máximo la iluminación natural, utilizando comedidamente los aparatos de aire acondicionado, o instalando placas fototérmicas. Así, aprovecharemos al máximo las características que nos brinda esta época del año.