Picar el pollo. Se puede utilizar pollo cocido, por ejemplo de un caldo. O asar el pollo en una sartén con 3 cucharadas de aceite.
En la misma sartén donde asamos el pollo, se fríe la cebolla, cuando esté dorada, se añade la harina y luego poco a poco la leche. Salpimentar y añadir un poco de nuez moscada.
Añadir finalmente el pollo picado, remover bien y reservar hasta que se enfríe.
Formar las croquetas, bien amasando con las manos, o ayudándonos de dos cucharas.
Rebozar las croquetas en huevo y pan rallado y freír en abundante aceite.
Colocarlas en un plato con papel absorbente.
Cómo adaptar la receta a la dieta Montignac
Esta receta es apta para el método Montignac si usamos leche desnatada y salvado, harina de garbanzos, harina de quinoa o de soja, tanto para la bechamel como para el rebozado. Elegir lo que más os guste.