Sobre el mármol se pone la harina en un montoncito y se hace un hueco en el centro con las manos dándole forma de volcán, en ese hueco se agrega 1 huevo, 50 gramos de mantequilla y sal. Amasar hasta conseguir una pasta fina, dejar reposar 20-30 minutos.
Transcurrido ese tiempo se estira la masa con el rodillo hasta dejarla fina, del grueso aproximado de una moneda y forrar utilizando la mitad de la masa el fondo de pequeños moldes de tartaletas, pinchar el fondo repetidas veces con un tenedor y reservar.
Limpiar las espinacas y ponerlas a cocer en agua hirviendo con sal. Una vez cocidas se pasan por agua fría y se aprietan bien para que escurran toda el agua. Picarlas finas.
En una sartén poner la mantequilla restante, agregar las espinacas picadas, la leche y el huevo que queda, acercar al fuego y remover hasta que cuaje ligeramente. Rellenar las tartaletas con esta preparación.
Con la mitad de la masa de tartaletas que resta, se cortan unos discos del tamaño de las tartaletas y taparlas con ellos uniendo bien los bordes con un poco de huevo batido y barnizando después la superficie con un poco de yema. Llevarlas a dorar al horno.
Una vez doradas se sacan del horno, se desmoldan y se sirven enseguida.
Observaciones
6 personas
Variantes:
Puede agregarse a la preparación del relleno de espinacas unos taquitos de jamón, bacon... o si se prefiere, un poco de parmesano rallado.