Separar la coliflor en ramitos y lavarlos con abundante agua fría.
Después se ponen a cocer en una cacerola con agua hirviendo y sal.
Transcurridos entre 12 y 15 minutos de cocción, se escurre y se coloca en una fuente resistente al calor engrasada con un poco de mantequilla.
Elaborar la bechamel un poco espesa (la coliflor soltará un poco de agua aunque esté perfectamente escurrida) poniendo en un cazo a derretir la mantequilla, después se añade la harina y se remueve con una espátula de madera. Cuando empieza a tomar un tono rubio se añade lentamente la leche bien caliente. Trabajar la salsa hasta que esté fina y sin grumos dejándola cocer unos 15 minutos. Sazonarla con una pizca de nuez moscada, pimienta y sal.
Antes de retirar la bechamel del fuego se añade la mitad del queso rallado, remover bien y cubrir la coliflor con la preparación. Espolvorear la superficie con el resto de queso rallado y poner algunos trocitos de mantequilla por encima.
Gratinar en el horno hasta que la superficie este dorada y servir.
Observaciones
4 personas.
Variantes:
Tras el gratinado y antes de servir, espolvorea la superficie con huevo duro picadísimo.
Elabora la receta con brócoli siguiendo el mismo procedimiento.