Aunque el smoothie se inventó en los años 30 en la costa oeste de Estados Unidos, no ha sido hasta ahora que este batido de frutas y/o verduras heladas se ha convertido en uno de los refrescos más demandados, especialmente cuando los termómetros se disparan.
¿Qué es un smoothie?
Una pregunta complicada, pues actualmente a casi cualquier combinación de frutas se le llama smoothie. Hace tiempo sólo se consideraban como tales los que se preparaban con frutas y/o verduras con algún elemento cremoso (de ahí el nombre, smooth que significa suave en inglés). Se podía añadir leche, yogur, nata, helado, leche de soja, almendras, arroz… para darle esa densidad tan característica.
Sin embargo, ahora también se preparan smoothies con zumos, agua o hielo y caldos, de manera que la receta tradicional ha evolucionado tanto que los límites entre el smoothie y el zumo no están tan claros.
¿Cómo preparar un smoothie?
Lo cierto es que disfrutar de un buen smoothie es muy sencillo y apto para novatos en la cocina. El proceso se puede realizar de muy diferentes formas y con multitud de ingredientes. Una buena manera de prepararlo consiste en batir la fruta o frutas elegidas y añadirle después el elemento lácteo muy frío hasta que se consiga una mezcla homogénea que aporte una consistencia densa y suave.
Para dar un toque al smoothie, nada como añadir algún fruto seco picado o alguna semilla.
Para disfrutar de un buen smoothie es importante servirlo siempre frío y beberlo en el momento para que no pierdan textura. No es recomendable añadir hielo cuando ya está servido porque la bebida perderá sabor y consistencia.
También es vital que los smoothies se preparen con ingredientes de calidad que se encuentren en el momento óptimo de maduración, pues al tratarse de un producto con tan escasa elaboración, la materia prima es primordial para que el resultado final sea perfecto.
Pero además de cuidar el sabor con ingredientes frescos de temporada, también es imprescindible prestar atención a la presentación y la forma de servirlo. Los recipientes de cristal son perfectos para este tipo de bebidas que se consumen tanto con los ojos como con el paladar. Poder ver el color y la textura en un golpe de vista hará el smoothie mucho más apetecible.