Las químicos en cosmética más peligrosos ¡aléjalos de tu piel!

Descubre las sustancias más peligrosas, los tóxicos presentes en la cosmética convencional que pueden resultar muy perjudiciales para tu salud y belleza.

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Agencias
Los productos cosméticos están presentes en nuestro día a día, sin embargo, no todos son recomendables, pese a su atractiva presentación, sus supuestos beneficios y su aparente respeto por la piel o el cabello. Es por ello que la tendencia actual es apostar por la cosmética natural 100% libre de tóxicos, elaborada con ingredientes naturales que la piel reconoce como afines a su propia estructura.

Con el fin de que la piel no sufra ningún daño, la marca española de cosmética natural Freshly Cosmetics, nos advierte sobre los químicos y las sustancias tóxicas más comunes que se encuentran en la industria cosmética y que se deben evitar si queremos lucir una piel 100% saludable:

Sulfatos

Estos conocidos tensioactivos sintéticos (y todos los terminados en sulphate) los encontramos principalmente en productos de cuidado diario, como el champú o el gel de baño, por el elevado poder de limpieza que tiene sobre la piel, pueden llegar a irritarla. Su potente acción disuelve la suciedad y los aceites naturales que crea nuestra piel de forma natural como barrera protectora contra los agentes externos.

La elevada concentración de sulfatos en un producto de uso diario y su uso continuado puede generar problemas de irritación y tirantez en la piel, sequedad o incluso caída de cabello. Resuelve tus dudas y descubre aquí por qué deberías empezar a usar un champú sin sulfatos.

Siliconas

Mucho se ha hablado ya sobre el uso de siliconas y son numerosas las marcas que han lanzado al mercado versiones libres de siliconas. Actúan como hidratantes, emolientes y selladores de cutícula. Las encontramos tanto en champú como en gel de baño y su principal función es la de crear una capa sobre el cabello o la piel evitando que esté en contacto con el exterior.

El problema de las siliconas es que la mayoría son insolubles al agua, por lo que se suelen acumular sobre el cabello y la piel, impidiendo que respiren y desempeñen sus funciones con normalidad. Como resultado, las siliconas tienden a acumularse en forma de residuos en cada lavado. A la larga provocan que el cabello se ensucie con mayor facilidad y generan una dependencia al uso de champús que a su vez deterioran las fibras capilares y el cuero cabelludo. Aquí puedes leer más sobre los efectos negativos de las siliconas en el cabello.
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Perfumes sintéticos

Ese aroma agradable que nos atrae de primeras en la mayoría de cosméticos es debido a los perfumes que contienen. Podemos encontrarlos en cremas faciales, en productos capilares y también en desodorantes. La mayoría son perfumes sintéticos que podrás reconocer en el INCI con la palabra “parfum” y “fragance”. Cuando se trata de un perfume sintético convencional, la palabra parfum es un cajón desastre, donde podemos encontrar innumerables compuestos tóxicos, además de varios ingredientes de origen animal, como los almizcles o el ámbar gris.

La cosmética natural apuesta por perfumes naturales que combinan frutas cítricas con aceites esenciales para aportar a la piel un aroma refrescante natural, libre de químicos.

Ftalatos y tolueno

Se pueden encontrar en la cosmética convencional en el esmalte de uñas o en los perfumes y actúan como fijadores, disolventes y suavizantes. Estas sustancias entran en contacto con la piel por vía respiratoria, pasando a la sangre y generando un efecto tóxico ligado a los trastornos hormonales. El tolueno es un disolvente transparente que facilita la aplicación del esmalte; es irritante a los ojos y puede provocar fatiga y dolores de cabeza.

Sales de aluminio

El aluminio es el tóxico por excelencia en desodorantes. Se trata del antitranspirante artificial que tapona las glándulas sudoríparas consiguiendo así reducir la cantidad de sudor. Las sales de aluminio tienen la capacidad de penetrar en la piel favoreciendo la proliferación de enfermedades degenerativas. También el cáncer de mama se ha vinculado a la toxicidad del aluminio. El picor y la irritación es uno de los síntomas asociados al uso de desodorantes con aluminio. Afortunadamente, numerosas marcas ofrecen alternativas de desodorantes libres de aluminio.

Parafina

La parafina es muy utilizada en la elaboración de cremas corporales, pues es la encargada de lograr una piel aparentemente hidratada mediante su textura cremosa. Suelen emplearse en sustitución a los aceites vegetales y lo hacen extrayendo la humedad de la piel, taponando los poros e impidiendo que la piel respire de forma natural. Con el paso del tiempo las parafinas acaban resecando la piel y propiciando la aparición de acné e irritaciones.

En caso de su uso en pintalabios, podemos llegar a ingerirlas y ésta se almacenan en riñones e hígado. La rápida absorción en contacto con la piel y el bajo coste de la materia prima son las principales razones por las que su uso es muy común en productos cosméticos.

Conservantes: “chloro”, “bromo”, “iodo”

En cosmética, para evitar el deterioro de los productos, alargar la vida útil de éstos y protegerlos de los agentes contaminantes externos se suelen emplear conservantes químicos. Muchos de ellos son tóxicos para el sistema inmunitario y los causantes de un gran número de reacciones alérgicas, irritaciones y despigmentación de la piel. Desde Freshly Cosmetics recomiendan “evitar ingredientes que contengan las palabras “chloro”, “bromo”, “iodo”, y sustancias tóxicas como el BHA o el ácido bórico, conocidos conservantes de amplio espectro. Los conservantes naturales o sintéticos como el sodium levulinate, sodium anisate, benzyl alcohol, el sodium benzoate y el potassium sorbate están aceptados por las certificadoras de cosmética natural”.