¿Quién no se ha levantado alguna vez con la boca seca, dolor de cabeza, mareo, sensibilidad a la luz, una sed horrible y más sueño que cuando nos metimos en la cama? Pocos son los que no han sufrido de resaca alguna vez en su vida, pero también son muchos los que la padecerán durante el mes de diciembre y principios de enero, una época del año plagada de reuniones familiares y encuentros con amigos en los que la comida y el alcohol se hacen notar más de la cuenta y raro será que no se sufra alguna que otra desagradable resaca fruto de los excesos. Atracar la nevera en busca de consuelo suele ser uno de los remedios clásicos, pero… ¿existen realmente alimentos que nos puedan ayudar? La respuesta es sí, existen y te contamos cuáles son.
Evidentemente, la mejor manera de evitar una resaca es no beber alcohol en exceso, ya que los trastornos que puede producir su abuso o su uso continuado son muchos, pero como damos por hecho que a veces es inevitable, lo mejor antes de tomarnos unas copas es ingerir alimentos con cierta cantidad de grasa. El remedio de la abuela, ese de la cucharadita de aceite antes de salir de fiesta, funciona. Pero además es recomendable comer algo porque la metabolización del alcohol generará menos tóxicos si el aparato digestivo está lleno. Un plato perfecto que combina esa cantidad de grasa necesaria, pero a la vez no es pesado ni excesivo, es el pescaíto frito. Una buena merluza rebozada, unos boquerones fritos o unos calamares a la romana son la opción ideal para preparar el cuerpo antes de la fiesta.
Los alimentos muy ricos en proteínas o grasas como el queso, permanecen más tiempo en el estómago y absorben el alcohol. Consumir estos alimentos junto con bebidas alcohólicas puede evitar la resaca o ayudar a que sea más leve y exista un riesgo menor de intoxicación.
En algunas personas, la ingesta de alimentos ricos en vitamina C antes de beber contrarresta los efectos del alcohol ya que acelera la eliminación del alcohol del organismo a través de la orina.
Por el contrario, los alimentos salados, tales como los frutos secos, cortezas o patatas fritas, por un lado aumentan la sed y estimulan las ganas de beber, por otro lado la combinación de alcohol y estos aperitivos salados aceleran el proceso de deshidratación, factor determinante de la resaca. Evítalos.
No obstante, trata de controlar la cantidad de alcohol que ingieres, bebiendo lentamente, ya que así beberás menos. Es una forma de evitar beber en exceso y prevenir la resaca. No consumas más de una copa de bebida alcohólica por hora. Además, Inhalar el humo del tabaco mientras se bebe aumenta el riesgo de resaca. Es por tanto recomendable no fumar mientras se bebe y permanecer en zonas para no fumadores.
La hora de levantarse es la más crítica de la resaca; esa sensación de cabeza embotada y de boca reseca es indescriptible, por eso lo que solemos hacer es lanzarnos a la nevera y darle un trago a lo primero que tenemos a mano. Y hemos de decir que no es una mala solución siempre y cuando nos topemos con agua, leche o zumos de frutas. La leche calma la gastritis provocada por el alcohol y además contiene cisteína, un aminoácido que ayuda a digerir el acetaldehído que se produce al procesar el alcohol. Los zumos de frutas poseen fructosa, gracias a lo cual aceleramos el proceso de recuperación al mismo tiempo que nos hidratamos. Si además el zumo contiene vitamina C, será ideal ya que permitirá que eliminemos el alcohol mucho más rápido. Según la Asociación para el Autocuidado de la salud, comer fruta y tomar zumos naturales de forma abundante, ayuda a combatir la resaca contrarrestando los efectos de la ingesta excesiva de alcohol.
Pero además, debemos completar estas bebidas con pan. Comer alimentos que contengan almidón ayudará a restaurar el nivel de azúcar en sangre y asentarán el estómago. Por si fuera poco, si elegimos pan de grano completo tendremos una gran fuente de vitamina B, que nos desintoxicará, mientras que los ácidos grasos esenciales que contienen ayudarán al hígado a limpiar el organismo. Eso sí, evita el café ya que es diurético y lo único que hará es deshidratarte aún más.
¿Y a la hora de la comida? Ya tendremos el estómago un poco más asentado y podremos elegir entre alimentos como el salmón, rico vitaminas del grupo B y en alfa-cetoglutarato, una enzima vasodilatadora, que favorece la irrigación de los tejidos, proporciona oxígeno y elimina toxinas; los huevos que además de ser una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales tienen el mismo aminoácido que la leche, la cisteína; o el bacon, un alimento muy rico en proteínas, que se descomponen en aminoácidos y nos ayudan a sentirnos mejor. Combina estos alimentos con verduras de hoja verde como las espinacas, las acelgas, los canónigos o el kale, muy ricos en clorofila, que favorece los procesos de desintoxicación. Y no olvides comer espárragos, son de los pocos vegetales que la ciencia ha demostrado que son efectivos contra la resaca.
Además, para aliviar un terrible dolor de cabeza, la aspirina resulta muy útil, aunque es preciso esperar un tiempo para tomarla, al menos 4 horas después de beber alcohol. No obstante, si existen molestias gástricas a consecuencia del alcohol, la aspirina puede irritar la mucosa gástrica, siendo preferible optar por el ibuprofeno.
