Se elige una pierna de cordero no muy crecido y se le hacen algunos cortes.
Salpimentarla y frotarla con ajo.
Ponerla en un recipiente engrasado en aceite de oliva.
Llevar al horno a 180º dejando que se vaya asando lentamente (tardará unas 2 horas en hacerse) y regarlo con su propio jugo cada 15 minutos para evitar que se reseque.
A mitad de cocción, rociar el cordero con una copa de coñac.
Servir trinchado en una fuente, adornado con unas hojas de lechuga y sirviendo el jugo sobrante en un salsera.