Poner en un cazo, al baño maría, una cucharada de agua, el zumo de un limón y las yemas, mezclarlo bien y cocerlo a fuego muy suave añadiendo la mantequilla en trocitos y removiendo continuamente hasta conseguir una salsa cremosa. Salpimentar.
Observaciones
Es muy importante que la cocción de la salsa holandesa sea muy suave y no dejar de remover para que no se corte.