Aprende a dar un masaje de espalda en 5 pasos

Entérate de cómo hacer un masaje de espalda en casa. 100% casero, 100% beneficioso... ¡y sin gastarte un euro!

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¿Has soñado alguna vez con recibir, de vez en cuando, un masaje relajante sin salir de casa y sin gastarte un duro? ¿sabes cómo convencer a alguien de que aprenda a darte un masaje?

Sin duda, la mejor solución es, como suele decirse coloquialmente, "practicar con el ejemplo". El masaje es, la mitad arte y la mitad ciencia pero, sobre todo, es ganas. Ganas de producir un bienestar general en la otra persona y conseguir el efecto deseado.

El masaje de espalda, ¡perfecto!

En la espalda se encuentran un gran número de terminaciones nerviosas. Además, es una zona del cuerpo que desarrolla un gran esfuerzo físico de mantener la postura propia del ser humano para caminar erguido. Por ello, suele ser un buen punto de partida para comenzar a iniciarte en la técnica de los masajes.

Un masaje de espalda en 5 pasos

Antes de nada, es fundamental que coloques al destinatario de tu masaje boca abajo, sin ropa y totalmente estirado. Un poco de música ambiente, una luz tenue y una temperatura agradable serán fundamentales para que pueda relajarse y disfrute y aproveche al máximo todos los beneficios de esta práctica. Ten en cuenta que debes tener las manos limpias y aplicar algún aceite o crema hidratante para que el contacto cutáneo sea el adecuado.

A continuación, te detallamos, paso a paso, cómo debes utilizar tus manos para lograr realizar un masaje completo, sencillo y muy beneficioso. ¡Toma nota!

  1. Coloca tus manos sobre el borde de los omóplatos y realiza un masaje, arrastrando suavemente todos tus dedos, de arriba hacia abajo, firme y suavemente, sin realizar presión.
  2. Después, procede a situar tus manos a ambos lados de la columma vertebral desde el cuello al sacro. Se denomina "técnica del amasamiento" y eso es, precisamente, lo que deberás hacer: simular que estás amasando los extremos de la columna lenta y profundamente. Con este procedimiento lograrás aflojar la tensión muscular.
  3. Desliza tus puños a los costados de la columna desde el cuello al sacro. Una vez que llegues a esa zona, separa las manos hacia los costados y sube deslizando las manos en forma ondulante por toda la espalda. Debes realizar ese movimiento hasta llegar al hombro, donde deslizarás tus manos hacia la zona del cuello donde deberás volver a comenzar.
  4. Otra práctica muy placentera es siguiendo el mismo tipo de masaje anterior pero apoyando la palma de la mano desde los hombros hasta la cadera. A través de la técnica del deslizamiento, con toda la mano, por toda la espalda, desde el cuello hacia la cadera, abriendo hacia los laterales, deberás volver a la posición inicial.
  5. El último movimiento será el de deslizamiento en cuello, hombros y bajar por los brazos hasta las manos.

Las repeticiones de estos pasos ya dependen de ti y del bienestar de tu receptor. Ten siempre presente que no debes realizar estas prácticas con prisa, bajo presión o si no es posible crear una atmósfera de calma y relax ya que el principio básico del masaje es... ¡relajarse y disfrutar!

Los beneficios de los masajes

Los beneficios de los masajes han evolucionado desde tiempos remotos hasta nuestros días a través de técnicas muy sencillas para proporcionar relajación y favorecer el sueño, hasta el desarrollo específico de algunas más complejas y dirigidas a aliviar o eliminar dolencias concretas.

Entre los principales efectos que se consiguen a través de los masajes "caseros", al margen de los estrictamente profesionales, caben destacar los siguientes efectos:

  • Fisiológicos-higiénicos: proporcionan mayor vigor al organismo o aliviar el cansancio.
  • Terapéuticos: optimizan la conciencia sensorial proporcionando relajación y bienestar.
  • Estéticos-higiénicos: relajan el estrés y devuelven al músculo su tono.
  • Psicológicos-anímicos: regulan y alivian la tensión psico-física.

Además, según un estudio publicado en el Journal of Alternative and Complementary Medicine, los masajes puede alargar la vida debido a que al recibir un único masaje en profundidad descienden en un 7% la presión arterial y en 11 pulsaciones por minuto la velocidad del corazón.

El Dr. Alan Kaye, autor del estudio asegura que "con el tiempo, estas pequeñas mejoras pueden sumar hasta seis años la esperanza de vida de una persona".

Lo mejor es que los efectos beneficiosos de un masaje pueden durar varios días y que cuantos más se reciben más sencillo resultará que el cuerpo se reajuste por sí solo de un modo permanente.

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