Todas sufrimos en alguna ocasión las consecuencias de un calzado molesto, pero eso tiene una solución: aprende diferentes trucos para evitar las rozaduras de tus nuevos zapatos.
Llega el calor y con él las nuevas prendas del verano. Los zapatos son uno de los complementos que más utilizamos, pero no siempre estrenar unos nuevos dan el resultado esperado.
En muchas ocasiones, esas sandalias que tanto te costó encontrar y que tan cómodas parecían cuando las probaste en la tienda, te han jugado una mala pasada: ¡te han hecho una rozadura!
Ahora tienes una lista de trucos para poner una solución definitiva a este doloroso problema. Despídete de las heridas y siéntete orgullosa luciendo unos pies impecables.
Cómo evitar las rozaduras
En primer lugar debes utilizar el sentido común. Antes de comprar un zapato asegúrate de que tenga una buena horma y que tu pie se adapte perfectamente a ella. Si no es así, ese zapato tiene muchas posibilidades de hacerte daño.
En muchas ocasiones, una plantilla de silicona puede convertirse en tu mejor ayuda para evitar molestias con los zapatos. Pero asegúrate antes de salir a la calle que tu pie no resbale al utilizarlas.
Otro consejo muy conocido, pero que pocas practican, es untar tus zapatos con crema hidratante. Su textura hará que el calzado se ablande y que tu pie se sienta más cómodo a la hora de usarlos.
Una manera fácil para moldear tus zapatos es humedecer su interior con alcohol. Una vez lo hayas hecho, intenta caminar con ellos hasta que tu pie se adapte a la perfección.
Aunque parezca mentira, aplicar frío a tu calzado puede darte muy buenos resultados. Introduce tus zapatos en una bolsa de plástico y después mételos durante al menos un par de horas en el congelador (si puedes, déjalos 1 o 2 días). Cuando los saques, póntelos y se amoldarán a tus pies.
Por último, no debes olvidar el "consejo de la abuela": no salgas nunca a la calle con unos zapatos nuevos sin antes haberlos probado en casa. Este truco no asegura que no te hagan rozadura, pero sí sabrás a lo que atenerte.
Cómo curar las rozaduras con remedios naturales
Si has tomado todas las medidas oportunas y aún así tus pies están doloridos, puedes probar a curar tus heridas de una manera fácil y sencilla.
Consigue una planta de aloe vera y corta una hoja. Aplica el jugo directamente sobre la herida y conseguirás calmar el dolor y la irritación.
Haz una infusión de manzanilla de la misma manera que si fueras a beberla y aplícala sobre las rozaduras. Así, aliviarás las molestias en tiempo record.
Otra hierba que puede sanar tus heridas es el tomillo. Añade una gran cantidad y colócala sobre las heridas cuatro veces al día.
Con todos estos consejos y remedios caseros estás preparada para probar cualquier tipo de calzado este verano y… ¡sin miedo a las rozaduras!