Las estrías son uno de los problemas estéticos más extendidos entre el género femenino, aunque los hombres también pueden padecerlas. Factores como los cambios de peso y volumen, la alteración de las fibras elásticas por cambios hormonales o los cambios rápidos de tensión influyen en su aparición. Como nos explica la Dra. Adriana Ribé, experta en dermatopatología, "las estrías se producen por pequeños desgarros del tejido que yace justo debajo de la piel, causados por la alteración de las fibras elásticas".
La predisposición genética, los cambios hormonales, el embarazo y las subidas y bajadas de peso repentinas son factores desencadenantes en la aparición de las antiestéticas estrías.
Las estrías son pequeñas roturas en la piel que se dejan ver en su etapa inicial como marcas en un tono rosado formando cicatrices/marcas alargadas por diferentes zonas del cuerpo, suelen aparecer con mayor frecuencia en los senos, caderas, glúteos y muslos.
Su aparición generalmente viene dada por un estiramiento excesivo de la piel debido a subidas y bajadas bruscas de peso con una mayor incidencia en las pieles blancas. En el embarazo y la pubertad, se une a este factor el incremento del nivel de estrógenos produciendo una inflamación de la piel acompañada de una dilatación de los vasos sanguíneos.
El embarazo es un período en el que es muy frecuente que las estrías hagan acto de presencia en diversas zonas del cuerpo. Por ello, si estás embarazada, comienza a aplicar cremas corporales antiestrías a partir del tercer mes, solo así conseguirás que la piel se mantenga bien hidratada y conserve su elasticidad.
Si has comenzado una dieta de adelgazamiento, utiliza una hidratante a diario y después, a medida que se pierde peso, utiliza una antiestrías.
Siguiendo estos cuidados, la piel permanecerá hidratada y nutrida, conservando mejor su elasticidad, de modo que resistirá mucho mejor estos procesos y el riesgo de que las estrías aparezcan será mucho menor.
Si tienes la suerte de que aún no hay señal de estas cicatrices y luces una piel uniforme, ¡no te confíes!, es el momento de prevenir su aparición hidratando la piel todos los días y extendiendo la crema hidratante corporal con un suave masaje hasta su total absorción.
Como prevención y reducción de las estrías ya existentes, es necesario utilizar diariamente lociones de gran poder emoliente y nutritivo a fin de incrementar la elasticidad de la piel. "Las estrías suelen ser de color rojizo al principio y volverse blancas después, con aspecto de atrofia en la piel. Cuanto antes las tratemos mejor será el resultado", nos explica la experta.
Así, cuando las estrías ya están instaladas pero tienen un tono violeta, es el momento de acabar con ellas utilizando cosméticos específicos. Elige productos a base de manteca de cacao, aceite de jojoba, aceite de rosa mosqueta y vitaminas. No te olvides ni un solo día de aplicarlos, sigue una dieta rica en vitamina C (mejora la producción de colágeno), bebe suficiente agua y evita bajar y subir peso bruscamente. En poco tiempo esas incipientes estrías serán historia.
Las fórmulas más eficaces deben contener una combinación de aceites vegetales, coco, oliva, manteca de cacao… sin obviar el aceite de rosa mosqueta, sobre el cual quedan demostrados sus efectos benéficos en la dermis, hidratando en profundidad, previniendo las arrugas y eliminando manchas y cicatrices de forma eficaz. El aceite de rosa mosqueta es tu aliado, pues gracias a su riqueza en ácidos grasos esenciales, tiene un potente poder regenerador de la piel. Aplícalo a diario mediante cremas y lociones que incluyan este aceite en su formulación, o bien, cómpralo puro en tu farmacia o herbolario habitual. ¿Un truco casero? Aplícate aceite de almendras a diario tras la ducha matinal, te ayudará reducirlas. El aceite de rosa mosqueta utilízalo una vez al día, ideal antes de irte a dormir para que sus activos penetren de forma más efectiva.
Deberás utilizar estas lociones dos veces al día, una de ellas después de la ducha matinal. Existen diversas presentaciones en productos antiestrías, geles, lociones, aceites, cremas… elige la que se adapte mejor a tus necesidades.
Aplicar masajes sobre las cicatrices tras una intervención quirúrgica aporta beneficios notables, ya que estimula la circulación y distribuye el colágeno de forma uniforme, traduciéndose en una cicatriz menos evidente. Así pues, el producto elegido siempre debe aplicarse con un suave masaje hasta su completa absorción ya que las estrías no dejan de ser cicatrices.
El abdomen, los senos, muslos y caderas, son las zonas más susceptibles a sufrir estas antiestéticas marcas. Para que el tratamiento actúe con máxima eficacia en tu piel, aplica tu antiestrías como seguidamente se detalla para cada una de estas zonas:
Toma una dosis de loción antiestrías, apoya una mano sobre la otra y rodea el vientre con movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj ejerciendo una ligera presión hasta que la crema se haya absorbido por completo.
Aplica el antiestrías rodeando los senos con la palma de la mano desde el exterior hacia el interior y sube hasta los hombros.
Deberás aplicar el producto con un masaje circular desde la rodilla hasta la cadera, rodea el muslo, la nalga y la cadera hasta que la piel absorba la crema. Haz lo mismo con la otra pierna.
Asegúrate de beber dos litros de agua al día, que puedes complementar con infusiones de té blanco y té rooibos, fantásticos para la piel. Aumenta la ingesta de fruta fresca, verduras, legumbres, frutos secos y pescado azul. Por el contrario, evita el alcohol y el café (deshidratan), las bebidas carbonatadas azucaradas y la bollería industrial, que generan toxinas y no le hacen ningún bien a tu salud ni a tu figura.
Aléjate de las dietas milagro y métodos de adelgazamiento que prometen pérdidas de peso muy llamativas en poco tiempo, pues los cambios bruscos de peso favorecen la aparición de estrías. Si tienes que adelgazar, hazlo de manera controlada con una dieta saludable que permita una pérdida de peso lenta y segura, como la dieta mediterránea.