Las barbacoas son una de las opciones favoritas para pasar un rato ameno en verano entre amigos o con la familia. Si quieres sorprender a tus invitados, toma buena nota de cómo elegir la barbacoa perfecta para ti, además de los trucos culinarios que asegurarán un resultado ¡10!
Si ya tienes instalada una barbacoa en el exterior con piedra y pared, es perfecta para tus reuniones con los amigos. Procura que no esté demasiado cerca de un campo, bosque o árboles (y que está prohibido encenderlas) y caliéntala al menos una hora o dos antes de comer o cenar. Basta con encender el fuego con leña y dejar que las brasas se vayan calentando. A continuación, situaremos la carne o el pescado sobre las parrillas el tiempo estimado.
Aunque son menos rurales, si tienes menos espacio pero deseas también comer exquisitos platos a la parrilla, las barbacoas portátiles o eléctricas son la mejor opción. Casi no ensucian y permiten cocer los alimentos de forma más rápida. Hemos de tener en cuenta que no podemos poner grandes cantidades porque son más pequeñas.
Cabe resaltar que las brasas pueden ser tanto de carbón vegetal como de leña. El carbón se hace brasa mucho más rápido que la leña y tiene una duración más larga, por lo que es muy recomendable su uso. Para encender la brasa se utilizan pastillas o líquido inflamable; hay que usarlos en su justa medida para que posteriormente la comida no tenga un sabor fuerte a estos químicos.
Una vez elegido el tipo de barbacoa que nos va mejor para nuestro espacio, pasaremos a cocinar los alimentos. Las barbacoas de carne son realmente las más conocidas porque con este sistema queda más sabrosa, tierna y al punto.
Podemos comprar diferentes tipos, siendo los chuletones y las carnes de cordero y ternera las que más rápidamente se van a realizar. Siempre podemos comprar salchichas, butifarras y morcillas para acompañar la carne, que se realizarán en la misma parrilla. A la hora de hacer brochetas de carne, es imprescindible que éstas sean metálicas para que no se quemen.
Los amantes de la carne de vacuno disfrutarán al máximo con "el rey" de la barbacoa, el chuletón, y con la hamburguesa, “la reina”, aunque existe un amplio abanico para todos los gustos como solomillo, chuletón, entrecot o churrasco. También hay alternativas más económicas, pero igualmente deliciosas y que no dejarán a nadie indiferente como aguja, vacío, espaldilla... ¡o la jugosa entraña!
Recuerda sacar la carne de la nevera unas horas antes de utilizarla para que esté atemperada y más sabrosa. Enciende el fuego una hora antes de la comida y fíjate que las brasas estén blanquecinas porque te dará muestras de que la parrilla está muy caliente, eso sí, sin llamas que puedan quemar la carne. Además, las brasas durarán más tiempo y provocarán menos humo si esparces sal gorda en las brasas. Es importante que las piezas más grandes vayan dispuestas en las partes más alejadas de las brasas para que se cocinen mejor y no queden crudas. Busca “el punto” de la carne que más te guste.
Para acompañar tanto a carnes como pescados, las guarniciones son esenciales. A base de verduras u hortalizas, las podemos poner en la parrilla de la barbacoa unos minutos antes que la carne. Patatas, zanahorias, berenjenas, cebollas, pimientos... exquisitos para aderezar nuestros platos.
En la barbacoa podemos cocer todo tipo de alimentos. Aunque las carnes mejoran, los pescados también adquieren un sabor a brasa muy especial. Para cocerlo, se recomienda una parrilla doble para dar la vuelta a las piezas. Hemos de tener en cuenta que el pescado es algo más frágil. Quedarán exquisitas las sardinas, las sepias o las truchas.
El orden en el que se cocinen los alimentos es un punto a tener en cuenta para no mezclar sabores. Primero se comienza por las carnes como el chorizo y las morcillas, que suelen tener un tiempo más largo de preparación. Posteriormente el pollo, que puede asarse a la vez que las guarniciones de verduras. Por último, hamburguesas y chuletas, que pueden asarse por ambos lados en unos 5-10 minutos. Las frutas también pueden incluirse en el menú de la barbacoa. La manzana asada es todo un acierto para preparar un postre ligero y aprovechar las brasas.
Aunque es bastante simple, siempre hay algunos trucos para que nuestra barbacoa sea todo un éxito:
Por ejemplo, es preferible colocar las piezas en la parrilla sobre papel metálico y aderezando con sal gorda y aceite de oliva. Por otra parte, la parrilla debe calentarse una media hora antes para que ya esté caliente a la hora de poner sobre ella las piezas.
Para evitar que se produzca demasiado humo y reducir a su vez cualquier riesgo de incendio al cocinar a la parrilla, coloca unas rebanadas de pan bajo la rejilla de la plancha. De esta forma la grasa que gotee de la carne y embutidos será absorbida por el pan.
Deberemos tener un poco de paciencia, por ello remarcamos que se enciendan las brasas al menos 30 minutos antes de la celebración para tener todo controlado y no comenzar a comer a la cuatro de la tarde, algo bastante común cuando no se tiene demasiada experiencia. ¡Feliz barbacoa!
