¿Sabías que el estrés puede repercutir en tu figura haciendo que ganemos kilos de más? Para evitarlo, como primera medida se recomienda tener un horario fijo para cada ingesta, además de que se hagan un número de cinco comidas diarias que eviten los picos de hambre y nos ayuden a mantener el metabolismo activo.
Hay que evitar a toda costa picar entre horas y rehuir de aquellos alimentos que contengan altas dosis de calorías como los aperitivos tipo snacks que suelen contener además de muchas calorías, altos niveles en sodio y grasas saturadas. La bollería industrial y los refrescos, por su alto contenido en azúcares aumentan el nivel de apetito.
Si eres de las que no pueden controlar esa sensación de apetito continuo, te recomendamos recurrir a los alimentos que contienen un elevado valor saciante. El alto nivel saciante de algunos alimentos hace que la sensación de hambre se colme y no necesitemos comer a todas horas para reducir nuestro nivel de ansiedad.
Algunos de estos alimentos son en su gran mayoría ricos en fibra, en proteínas y contienen una gran cantidad de agua en su composición nutritiva. De esta manera, a las frutas y hortalizas, se las relaciona con un mayor índice de saciedad que las grasas y azúcares.
La fruta tiene una composición en su gran mayoría de agua que provoca una sensación saciante debido a que llena nuestro estómago sin proporcionar un alto nivel calórico.
Podemos introducir la fruta en nuestras comidas de numerosas maneras: en macedonias, en ensaladas (proporcionándoles color y endulzándolas).
Además de la fruta, podemos hacer uso de los frutos secos que pueden acompañar yogures y también ensaladas.
Los vegetales contienen un alto porcentaje de agua y proporcionan a nuestro organismo altas dosis de vitaminas.
Podemos hacer uso de ellos con caldos o, en esta época de calor, podemos apostar por el gazpacho, en donde el tomate es su elemento estrella y por su composición pulposa nos sacia sin proporcionarnos altos niveles calóricos.
Las espinacas destacan por su poder antioxidante y los guisantes son ideales para combatir el estreñimiento. Podemos introducirlos en ensaladas también, ya que las hojas de los vegetales calman esa sensación de hambre que tanto nos preocupa.
La carne contiene un alto nivel de proteínas. Podemos acompañar las carnes con ensaladas o vegetales y además, para reducir el nivel de grasas, podemos cocinarlas a la plancha.
Las setas tienen en su composición un elevado nivel de agua y son muy ricas en fibra, ¡perfectas ante los ataques de apetito! Se recomienda prepararlas hervidas o a la plancha. También se puede hacer uso de los champiñones en ensaladas con un chorrito de limón.
No es necesario que huyamos del pan en las comidas pero sí es aconsejable que utilicemos el pan integral, pues aunque el nivel calórico será el mismo en ambos casos, la versión sin refinar posee una considerable cantidad de fibra que proporcionará a nuestro organismo una sensación de plenitud que no conseguiríamos con el pan blanco.
Cuando consumimos alimentos saciantes, tendemos a consumir menos calorías y de esta forma evitamos ganar kilos de más. Los nutricionistas recomiendan introducir comidas saciantes en nuestra dieta diaria si queremos reducir peso; son idóneos para disminuir el apetito y la sensación de hambre.
Los alimentos más ricos en fibra como los cereales integrales, las legumbres, la fruta y la verdura, harán que te sientas saciada durante más tiempo. Además, aquellos alimentos ricos en proteínas como la carne, el pescado, los huevos o el queso, también te ayudan a mantener el apetito bajo control.
Por el contrario, los cereales refinados, pan blanco, patatas fritas, chocolatinas o caramelos, producirán que la sensación de hambre llegue poco después de haberlos comido, ¡olvídate de ellos!
¿Te apuntas a la dieta saciante?
La fruta es un alimento que nos aporta grandes dosis vitamínicas y gracias a su elevado porcentaje de agua llena nuestro estómago, calmando la sensación de hambre.
Las hortalizas y frutas son alimentos que contienen fibra. Además, si no queremos rechazar el pan a la hora de las comidas, podemos optar por el pan integral que nos ayudará contra el hambre.
En una dieta sana es necesario introducir proteínas. La carne, si se evita cocinarla con aceites y se opta por la plancha, nos ofrece las proteínas necesarias que hacen que nuestro organismo no tenga ataques continuos de apetito.
Atrévete con las ensaladas y el color verde de los alimentos. Las hojas vegetales calman el apetito y además la mayoría tienen poder antioxidante y muchas vitaminas.
Es importante el tipo de alimentos que ingerimos, pero debemos prestar también atención a la manera de cocinarlos: evitemos los aceites y el exceso de sal, apostando por comidas hervidas y a la plancha.
Las frutas podemos introducirlas en nuestras comidas y tentempiés a modo de macedonias, y siempre que sea posible, no prescindas de la piel.