Encontrar a nuestra media naranja puede hacernos muy felices, pero también está demostrado que engorda. Y es que cuando se encuentra pareja y se inicia una vida conjunta se pueden llegar a ganar hasta 7 kilos. ¿Por qué? La respuesta es muy simple: vida más tranquila y sedentaria, tardes juntos en el sofá y menos “presión” para resultar atractivos al no tener que salir a “conquistar”.
Además, diversos estudios confirman que la convivencia es perjudicial para la silueta de la mujer. Al menos es lo que indica una investigación publicada en la acreditada revista médica The Lancet en la que se comprueba que "ellas" tienden a subir de peso cuando viven con "ellos", debido a que comparten las comidas con el hombre, quien tiene necesidades energéticas más altas y también más apetito.
El autor del estudio, el doctor David Haslam, director clínico del Foro Nacional contra la Obesidad, en el Reino Unido, (NOF) investigó las razones por las cuales las mujeres que se van a vivir con sus parejas suelen ganar peso, y ha comprobado que este fenómeno se debe al cambio de hábitos que se opera en la mujer.
Otro estudio de dietistas de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, coordinado por la doctora Amelia Lake, confirma que las mujeres tienden a engordar y comer de forma menos sana cuando tienen pareja estable.
El trabajo concluye que, al convivir con un hombre, las mujeres consumen más grasas y azúcares, inician una dieta basada más en la comida rápida y la pasta, y tienen menos tiempo para hacer deporte.
También es conveniente recordar que la ración femenina es menor que la masculina. Un varón ingiere en promedio unas 2.800 calorías por día, mientras que la mujer come unas 1.800 calorías diarias, alrededor de un tercio menos, debido a sus diferentes necesidades y anatomías. Así, si una mujer come la misma cantidad que un hombre, terminará por engordar, y esto es común que suceda. En la convivencia se tiende a homologar los hábitos, la forma de cocinar y los alimentos, y se termina comiendo lo mismo en cantidades similares.
Entonces, ¿qué hacer para que sea posible compatibilizar nuestra felicidad en pareja con un peso saludable? ¿Cómo evitar que el amor nos haga más gordos? La dietista Blanca Galofré nos da las claves y unos consejos muy eficaces para evitar los kilos de más y adelgazar, si es necesario, ¡juntos!
Para mantenernos delgados y adelgazar si lo necesitamos, resulta fundamental estar activos. Puede ser ir juntos al gym, iniciarse en el running, salir a pasear, esquiar, patinar, tomar clases de baile, hacer yoga, contratar a un entrenador personal para dos… Encontrar aquella actividad física que motiva a ambos y transformarla en un momento divertido juntos, es la clave. Además, el deporte une mucho, de manera que servirá para reforzar la relación de pareja.
En pareja, uno tiende a pedir aquel postre rico en azúcares, pero también es posible animarse a la opción más saludable de la carta para cuidar la dieta. Si hay uno de los dos que sabe más de nutrición puede ayudar al otro a discernir entre si conviene pedir extra de patatas fritas o de ensalada, verduras y platos cocinados a la brasa, la plancha, etc. También es posible comer sano en el restaurante, sólo hay que ponerle un poquito de voluntad, y juntos es más fácil.
Planificar lo que vamos a comer nos permitirá llevar una vida más saludable, introduciendo todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita y sin kilos de más. Hacer la compra juntos, preferiblemente sin hambre para no caer con más facilidad en la sección de snacks y bollería industrial del súper y equilibrar nuestro carro de la compra con verduras y alimentos de calidad.
Gtres
Gracias a las redes sociales vemos como cada vez más parejas se comprometen juntos a adelgazar. El hecho de unirse para un mismo reto hace que sea más difícil desistir ya que se comparten hábitos, objetivos y cuentas con la pareja. Si la obesidad no es vuestro caso, entonces el objetivo puede ser comer más variado y saludable y estar más en forma. Comer sano no es solo para estar delgado, nuestro sistema inmunitario y nuestra salud dependen también de una alimentación correcta.
Aunque es muy tentador acompañar nuestras cenas con cervezas, cócteles y gaseosas, es mejor reservar el alcohol para las ocasiones especiales. Para el día a día existen opciones más saludables como los zumos naturales y el agua.
Siempre hay uno de los dos con mejores hábitos, por lo que en lugar de “apuntarse al carro” de los hábitos poco saludables podemos intentar que nuestra pareja comparta nuestros gustos por la dieta equilibrada y el ejercicio físico. Es importante decirle al otro que no es porque no nos guste su aspecto sino porque se sentirá mejor consigo mismo. Es probable que le cueste al principio, pero luego cambiará de idea.
Cuando llegan fechas especiales de celebración, muchas personas optan por regalarle a su pareja una caja de bombones u otros dulces. Existen alternativas igualmente románticas que nos permitirán quedar bien sin contribuir a que la otra persona gane kilos. ¿Por qué no elegir una cesta de fruta fresca o frutas exóticas? ¿Una selección de infusiones y tés para disfrutar juntos durante el desayuno o en la sobremesa? ¿Qué tal un mes de gym? ¿Una escapada rural para hacer senderismo y disfrutar de la naturaleza? Eso sí, asegúrate de que tu pareja lo quiere y que no se lo va a tomar como una indirecta ya que podrías herir su sensibilidad.
Emprender una dieta conjuntamente también es un buen estímulo para evitar que el amor nos haga ganar unos kilos de más. De hecho, seguir un plan detox en pareja puede potenciar los resultados de éste, ya que al ser un objetivo común estaremos más motivados para conseguirlo. En MujerdeElite te proponemos una dieta depurativa con batidos “detox” para adelgazar, eliminar líquidos y rejuvenecer en tan solo una semana.
Por último, no podemos olvidar que hay otros elementos importantes para mantener la figura y no engordar sin darnos cuenta. Es vital hacer ejercicio de forma regular y descansar adecuadamente.
Las parejas deben ver el cambio en el estilo de vida que supone la convivencia como una oportunidad para mejorar los hábitos de ambos, en lugar de que se convierta en una coartada para empeorarlos.
