Tras épocas de excesos, como pueden ser las vacaciones, es momento de volver a la rutina en todos los sentidos, también con la alimentación. Una vuelta a la realidad que puede ser dura para muchos y crear situaciones de ansiedad y/o frustración que acaban pagándose con la comida. Para evitarlo, el Dr. Jaime Tufet nos explica cuál es la mejor planificación ante los excesos y cómo evitar una situación de ansiedad frente a la comida, con prácticos consejos y una dieta ideal basada en la distribución correcta de los alimentos para adelgazar sin pasar hambre.
El significado de "excederse" es propasarse, ir más allá de lo lícito o razonable. Y se considera exceso cualquier alimento de los menos aconsejados (adictivos) o aquellos alimentos que a cada persona le producen sensación de que al comerlos rompe la dieta. Como explica el Dr. Jaime Tufet "el exceso se debería hacer cuando la situación ambiental lo requiere, y uno es consciente de ello, nunca por tentación. La tentación romperá el compromiso personal, creará inseguridad y favorecerá el repetir el acto compulsivo de comer lo no debido". A veces es muy difícil romper con el círculo vicioso de los excesos, sobre todo si se han realizado tras periodos más o menos largos como pueden ser las vacaciones.
Los alimentos que deprimen, aumentan la ansiedad ¡y engordan!
Teniendo en cuenta lo anterior, el principal consejo para que los excesos con las comidas no impidan adelgazar y/o mantener el peso es:
En un día se hacen 3 comidas principales: desayuno, comida y cena. Por 7 días son 21 comidas a la semana y de estas:
• Si se hacen 19 bien y 2 mal: se pierde peso
• Si se hacen 17 bien y 4 mal: se engorda
Es decir, si el objetivo es adelgazar, durante la semana se pueden cometer dos excesos sin que éstos dificulten la pérdida de peso, y a la vez, permitan una mejor adaptación social. "Este exceso programado nos evita el sentimiento de culpa y, al no tenerlo, la comida engorda menos" explica el doctor. Y es que todo lo que se come con sentimiento de culpabilidad se metaboliza por vías de depósito graso y engordará mucho más.
La alimentación no debe ser una fuente de frustraciones y en ningún caso se debe vincular el alimento a un sentido de culpabilidad. Para evitar las situaciones de ansiedad frente a la comida:
• Realiza una dieta adecuada: la dieta debe ser rica en proteínas y baja en azúcares.
• Neutraliza las crisis de hambre: debes evitar sufrir por hambre y si llega esta situación, se recomienda picar alimentos ricos en proteínas.
• Cumple un horario: es fundamental hacer cinco comidas diarias y no saltarse ninguna para evitar los descensos de azúcares en sangre, que provocan nuevos ataques de hambre.
• Escribe un diario de comidas: en las primeras semanas se apunta en un diario de comidas lo que se come, para así poder conocer las debilidades y actuar en consecuencia para corregirlas. También servirá para conocer qué comidas ayudan más a adelgazar. Con la agenda nutricional de FanKal conseguirás este objetivo con facilidad.
• Aprende a frenar: para un segundo y piensa ante el hambre para distinguir el hambre estomacal del hambre bucal o psicológica.
• Olvida la culpa: no comas nunca a escondidas ni te culpes por haber cedido a la tentación. Nadie es culpable de tener un sistema nervioso hipersensible o una reacción metabólica exagerada. Y además, los sentimientos de culpa pueden llegar a crear tales sensaciones negativas que conduzcan al mismo círculo vicioso de la comida, provocando comer más y sentir un mayor disgusto por uno mismo.
Esta es la dieta ideal que podrás seguir sin pasar hambre, en la que la base no es otra que la distribución correcta de los alimentos, para adelgazar sin ansiedad:
Desayuno:
• Café con leche desnatada. Se puede elegir entre:
Comida:
• Primer plato (se puede elegir):
• Segundo plato (se puede elegir):
Cena:
• Primer plato (se puede elegir): Ensalada, verdura o consomé desgrasado
• Segundo plato (se puede elegir):