Llevar sandalias puede provocar artrosis, juanetes o tendinitis
Las mujeres sufren hasta cuatro veces más dolencias y lesiones en los pies que los hombres como consecuencia del uso de sandalias abiertas y zapatos de tacón. Además, correr por la playa descalzos o sin el calzado adecuado puede provocar lesiones lumbares, sobrecargas e incluso fracturas. ¿Cómo evitarlo?
En verano se producen cambios drásticos en nuestra forma de vestir. Las altas temperaturas propician, fundamentalmente en el caso de las mujeres, cambiar los zapatos cerrados por sandalias abiertas, pasando de forma brusca de utilizar un zapato que sujeta completamente el pie a sandalias, en muchos casos con tacón, que apenas sujetan el tobillo.
Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid nos recuerdan la importancia de no descuidar nuestros pies a la hora de elegir el calzado en verano, pues al utilizar este tipo de zapatos, se incrementa el riesgo de sufrir lesiones. "Las mujeres sufren hasta cuatro veces más lesiones y problemas podales que los hombres", nos advierten.
Para prevenir este tipo de lesiones, lo ideal es alternar diariamente el tipo de zapato y la altura del tacón, que no debería superar los 5 centímetros. Además, en el caso de usar sandalias o calzado con plataformas, se deben elegir aquellas que cuenten con cierta capacidad de amortiguación y una diferencia con el tacón que no sea superior a 3 centímetros.
Los fisioterapeutas hacen hincapié también en el peligro del uso prolongado de zapatos de tacón, que puede causar diferentes lesiones y desequilibrios en la postura, además de otras patologías más graves como artrosis o artritis en las rodillas, afecciones de nervios, tendinitis, juanetes, dedos de martillo e incluso lesiones en los tobillos como esguinces o fracturas.
Por si fuera poco, durante el verano se incrementan el número de fiestas y bodas (en torno al 46% de los enlaces se celebran en verano), lo que propicia también el uso de zapatos de tacón. En este sentido, se aconseja elegir un tacón de base ancha, repartiendo mejor el peso, y con plataforma de no más de tres centímetros de alto.
¡Cuidado al correr por la playa!
Las vacaciones de verano son para muchos perfectas para ponerse en forma practicando actividades al aire libre, como puede ser correr por la playa. Pese a lo saludable que resulta practicar ejercicio físico, si no se está acostumbrado al ejercicio, la falta de preparación física unida a las altas temperaturas y a la diferencia de terreno puede ser contraproducente.
Como nos alertan los expertos, "corriendo existe un alto riesgo de sufrir problemas lumbares, esguinces, fascitis plantar, periostitis tibial, o incluso fracturas por sobrecarga, si no se comienza a hacer ejercicio de forma progresiva y con el calzado adecuado, teniendo en cuenta los propios límites". Además, aunque pueda parecer que el terreno es más blando, al correr por la playa se debe utilizar el calzado adecuado, y en cualquier caso, nunca hacerlo descalzos. Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid recuerdan que el mejor ejercicio es el aeróbico, aconsejando el paseo con paso rápido sin llegar a alcanzar el umbral de fatiga, y manteniendo la capacidad de hablar con el acompañante. Además, es fundamental mantenerse hidratado y evitar aquellas actividades que requieran un mayor esfuerzo físico durante las horas centrales del día.