¿Quieres que el labial te dure el doble? Que los labiales no te manchen los dientes y se limiten a la superficie de tus labios, que no se corran y el color no pierda intensidad, es todo un reto. ¿Has podido imaginar en algún momento, que no solo depende de tu destreza con el maquillaje sino también de la composición y de la calidad de tu barra de labios?
La barra de labios es el cosmético más vendido y valorado desde la antigüedad, sobre el que actualmente llega a contener más de quince ingredientes dosificados en su justa medida para obtener tonalidades únicas, efectos específicos y actuar como un verdadero tratamiento de belleza para los labios. Los labiales tienen tres componentes básicos: las ceras, responsables de darle solidez y consistencia a la barra; los aceites, que proporcionan homogeneidad y untuosidad a la barra de labios; y los pigmentos, encargados de darle color.
Pero hay muchos más componentes en los labiales. Entre esos ingredientes estrella que obran la magia en una barra de labios, se destacan:
Ni todos los labiales son iguales ni las marcas utilizan similar calidad en sus componentes. Cuando se trata de elegir una barra que se fije a tus labios y permanezca intacta el doble de tiempo, debes saber que el labial mate o seco es el que menos riesgo tiene de correrse, sin embargo, otras causas pueden producir que tu maquillaje se deteriore. Descubre los trucos profesionales infalibles para evitarlo:
Cuando el labial se corre casi con mirarlo, puede ser que los aceites empleados sean de mala calidad y que en su composición falte cera. El truco que tienes para evitarlo es perfilar los labios, con un lápiz no graso, y fijar después todo el maquillaje con polvos translúcidos. Lo que consigues con este gesto es crear una barrera de contención.
Cuando tu barra de labios se va con facilidad, puede ser que los aceites empleados sean de mala calidad y disgreguen el pigmento. También es posible que en la composición falte cera o que el pigmento sea de mala calidad y por eso no fije bien el color. Los trucos para evitarlo son: procurar utilizar un perfilador del mismo color y rellenar el labio. De esta forma estarás potenciando el pigmento y si la barra es de mala calidad, evitarás que el labio se quede desnudo. Cuando fijes el perfilador aplica polvo en todo el labio. Este truco hará que la barra se adhiera mejor y sea más fija.
Cuando contrasta el perfilador con el color de tu labial, habitualmente la causa más común es haber utilizado un color diferente. Quizás en la composición no estén bien equilibradas las proporciones de cera y aceites, haciendo que el color quede muy transparente. En este caso, los trucos que tenemos para evitarlo son: utilizar el lápiz como perfilador y rellenar, con el mismo lápiz, todo el labio. Luego se aplica la barra para dar aspecto homogéneo. Otro truco consiste en no hacer una línea fina cuando se perfila el labio, sino dar más grosor al perfilado hacia el interior. Degradar el color del lápiz hacia el interior del labio para que se vaya perdiendo y luego aplicar la barra.
Si eres de las que se muerden continuamente los labios o de las que al gesticular o reír doblan el labio hacia dentro, intenta elegir barras de labios secas o mates, son las que menos manchan. También puedes optar por las barras denominadas “fijas” o “permanentes” que algunas marcas ofertan. Te recomendamos Maybelline, L´Oréal o Max Factor, sus labiales permanentes son asequibles y eficaces, encontrándose en las listas de las mejores barras de labios permanentes.
El gloss es el que menos dura, pero te encanta cuando quieres conseguir una boca jugosa y brillante. El truco: rellena los labios con un perfilador natural. Fíjalos con polvos translúcidos y aplica el gloss encima. Durará muchísimo más.
Para que tu color de labios dure mucho más tiempo, perfila y rellena los labios con un lápiz, aplica polvos translúcidos (sólo en el caso de que la barra sea muy cremosa, de lo contrario el labio puede cuartearse y el efecto es nefasto) y maquilla encima con tu pintalabios, así aguantará más el color. No abuses del brillo porque tiende a resbalarse por las comisuras y queda una boca sucia, nada favorecedora. Si quieres ponerte brillo, coloca un poquito solo en la parte central del labio, así conseguirás, además, un efecto volumen ideal.
Pero si de verdad quieres que tu pintalabios dure toda la noche, lleva a cabo, al pie de la letra, esta rutina. Exfolia bien los labios, después hidrátalos. Aplica una prebase (tienes muchas opciones de diversas marcas), delinea y entonces con un pincel, aplica poco a poco el pintalabios rellenando todo lo que previamente has perfilado con el lápiz.