Unos ojos expresivos aportan personalidad y mucha fuerza al rostro. La clave para embellecer y sacar partido a la mirada pasa por maquillar los ojos en función de su forma, almendrada, redonda o rasgada. También hay que prestar atención a su tamaño. ¿Ojos pequeños? ¿Separados? ¿Muy juntos? Sean como sean tus ojos podrás conseguir una mirada impactante corrigiendo sus defectillos y potenciando los puntos fuertes. Aprende a maquillarlos y toma buena nota de estos sencillos trucos prácticos:
Si quieres un maquillaje discreto de día, utiliza los tonos nude mezclados con tierras, pero antes aplica una prebase para que las sombras aguanten toda la jornada. Aplica el tono más claro en el arco de la ceja, hacia el interior para dar volumen y luminosidad a la mirada. El tono medio, para el párpado móvil, y la cuenca del ojo con el tono tierra. Difumina bien con un pincel. Traza el perfilado con lápiz o eyeliner a ras de las pestañas. Aplica la máscara de la mitad del ojo hacia el final.
El objetivo es rasgar los ojos hacia arriba. Tras la prebase, aplica una sombra en un tono medio en el párpado móvil. La más oscura, en la parte del rabillo, y en forma de pico. Difumina hacia el exterior. Delinea desde la mitad del ojo hasta el final de las pestañas y dibuja un pequeño rabito ascendente. No olvides la máscara de pestañas, de la mitad del ojo hacia el final, para intensificar el efecto de ojo rasgado.
Si tus ojos son redondos y algo caídos, con el maquillaje adecuado te olvidarás de esa "mirada triste". Perfílalos por dentro y por fuera. Además, haz la raya desde la mitad del ojo hacia fuera y ascendiendo ligeramente al final.
Para rematar -y si tienes una cita especial-, coloca dos o tres pestañas postizas en el rabillo del ojo. Lograrás levantar el párpado y potenciar el efecto almendrado.
Gracias al maquillaje puedes reducir visualmente unos ojos saltones. Asegúrate de concentrar casi todo el color que te apliques en el párpado móvil, y difumínalo hacia arriba y hacia fuera (así conseguirás también alargar ópticamente los ojos). Las sombras que debes elegir tienen que ser oscuras, preferiblemente mates, ya que, si son claras y con efecto nacarado, realzan más el volumen natural del ojo.
En lo que respecta a los lápices, es preferible que uses uno marrón, a ras de las pestañas, y te hagas un trazo fino en el lagrimal y más grueso desde mitad del ojo hacia el ángulo externo.
Para terminar, aplícate el rímel desde la mitad del ojo hacia el exterior para alargar tu mirada. Evita maquillarte las pestañas del párpado inferior.
Al tener un párpado móvil pequeño, evita las sombras claras y utiliza colores más oscuros para dar profundidad. Delinea con eyeliner y traza una línea muy fina a ras de las pestañas. Para el párpado inferior, traza otra línea fina por fuera.
Si tus ojos son vivaces pero pequeños, aplica siempre el delineador por fuera del párpado superior e inferior y alarga un poco la raya hacia el exterior. No olvides aplicar máscara de pestañas generosamente.
Agranda la mirada en 3 pasos:
Utiliza sombras oscuras en la mitad interna del ojo y claras en la mitad exterior. Perfila el párpado superior e inferior.
Al contrario que el caso anterior, utiliza sombras oscuras en la zona externa y claras en la interior. Perfila de la mitad hacia el exterior, dejando la parte interna sin delinear.
Disimularás unos ojos ligeramente hundidos si delineas tus ojos encima de las pestañas con un lápiz de ojos negro y aplicas una sombra muy clara en el párpado.
¡Eres afortunada! Saca partido a tus ojos perfilando el párpado superior e inferior por la parte interna del párpado, intensificarás la mirada sin agrandarlos más.
Por último, y en todos los casos, para garantizar el glamour y la sensualidad de tus ojos, aplica la máscara de pestañas con generosidad (un par de capas), desde la base hasta la punta y separando bien con el cepillo cada una. Conseguirás que tus ojos luzcan más grandes y sexys.