Eliminar del rostro los restos de maquillaje y las pequeñas partículas de grasa, polvo o polución acumuladas durante la jornada es uno de los rituales básicos de belleza a los que nunca debes renunciar. Limpiar la piel en profundidad es garantía de un cutis sano luminoso y sin poros obstruidos.
En el mercado existen multitud de productos desmaquillantes capaces de adaptarse a las necesidades de cada piel pero conviene conocer otras posibilidades a tu alcance a la hora de dejar tu rostro libre de cualquier impureza.
Puede que tu piel sensible necesite un desmaquillante elaborado exclusivamente con ingredientes naturales, que quieras ahorrar un dinerillo, o simplemente que hayas olvidado comprar el desmaquillante. En cualquier caso, con ingredientes tan simples como el aceite de oliva, un yogur, algunas frutas o una infusión, puedes tener un desmaquillante en pocos minutos que no solo resulte eficaz con las sombras de ojos más resistentes sino que además cuide tu piel.
Mascarillas de miel para todas
También con limón puedes preparar una fantástica loción purificante. Si tu cutis es graso y propenso a las espinillas, puntos negros y algún que otro inoportuno granito, prepara una infusión purificante de acción astringente que además clarifica y refresca la piel, con la cáscara de un limón rallada y una taza de agua caliente. Dejar reposar y enfriar. Aplica cada noche a modo de loción con un disco de algodón para purificar y limpiar a fondo el cutis.
Los distintos tipos de aceites están presentes en numerosos productos desmaquillantes y tú también puedes utilizarlos para "fabricar" el tuyo. Si tienes el cutis seco, el aceite de almendras dulces es tu mejor aliado a la hora de limpiar tu rostro en pocos minutos, aportándole además hidratación y suavidad. Si no dispones de él en el momento preciso, el aceite de oliva virgen cumple una función muy similar aportando, además, una inyección extra de vitamina E a tu piel.
Si quieres un desmaquillante para los ojos, que sea capaz de eliminar esa potente sombra de ojos o máscara de pestañas pero actuando con total delicadeza en esta zona tan frágil, haz una infusión de manzanilla y mezcla en proporciones iguales la manzanilla con aceite de oliva virgen. El resultado será un magnífico desmaquillante bifásico que deberás agitar antes de usar. Empapa un disco de algodón con esta loción, déjalo actuar unos segundos sobre tus párpados y retira con suavidad. Los resultados son excelentes (y recuerda que la manzanilla hará que desaparezca cualquier síntoma de bolsas o fatiga ocular).
También con aceite de oliva virgen puedes fabricar una excelente loción limpiadora nutritiva y suavizante para pieles secas. Mezcla una yema de huevo con 3 ml de aceite de oliva y 3 ml de zumo de limón, aplica sobre rostro y cuello y lávate frotando suavemente con movimientos circulares. Aclara perfectamente con abundante agua tibia.
La leche es también un ingrediente desmaquillante que seguro tienes a mano en cualquier momento. Para pieles normales, basta aplicarla cuando esté templada con ayuda de un algodón y, si tienes el cutis graso o mixto, añade a la leche la pulpa de un pepino triturado ¡verás como tu rostro queda limpio con una agradable sensación de frescor!
Si además de eliminar los restos de maquillaje quieres limpiar con mayor profundidad el rostro (especialmente en caso de poros obstruidos o acné), prueba a añadir unas fresas trituradas en un yogur. Tendrás así un desmaquillante con un suave efecto exfoliante.
¿Quién no tiene huevos en casa? Si necesitas una leche limpiadora de urgencia, no te preocupes, 1 clara de huevo bien batida hará el mismo efecto. Aplícala sobre el rostro mediante un ligero masaje. Deja reposar un poquito y seguidamente aclara con abundante agua.
No te pierdas esta sencilla receta de leche limpiadora sencillísima de realizar y que puede servirte como desmaquillante y también como base de maquillaje.
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