El otoño es reconocido, en salud capilar, como una de las peores épocas para el cabello ya que sufre una caída mayor de lo normal. Pero no se trata de una relación causa-efecto. El ciclo de vida del cabello consta de tres fases, la última de las cuales, la fase telógena o de caída, coincide con los primeros meses del otoño, por lo que la caída del pelo en otoño es un proceso natural.
Que esta caída sea mayor de lo esperado "se debe habitualmente a la suma de varios factores", comenta el Dr. Germán Delgado de Svenson. "Entre ellos destacan los cambios hormonales circanuales que sufre nuestro organismo, la disminución de las horas de luz, el incremento de nuestra actividad tras el periodo estival o una tendencia a disminuir nuestro aporte nutricional de frutas y verduras".
Adicionalmente, durante el verano, "el cabello puede haber sufrido la agresión de una excesiva exposición solar, cloro de piscinas y salinidad del agua del mar. Todo ello contribuyendo a la deshidratación del cabello y consecuentemente la pérdida de elasticidad y el incremento de la fragilidad capilar", asegura el Doctor Delgado.
La caída de pelo anual en otoño es todo un clásico, pero a veces se desconoce cuánto es mucho o poco y cómo se puede prevenir. “Si tu caída supera los 200 cabellos diarios, puedes empezar a preocuparte”, asegura el experto de Cotril España, Mario Anes, pues lo normal es que se caigan entre 100 y 200 al día.
Durante el otoño, para contrarrestar el efecto de las agresiones producidas así como los cambios fisiológicos de nuestro organismo, es importante realizar un cuidado adecuado del cabello y prestar especial atención al cuero cabelludo. ¿Cómo? Siguiendo estos consejos y remedios:
Además, Es muy recomendable sanear las puntas si tienes una larga melena, así como utilizar mascarillas adecuadas para reparar el cabello tras el verano.
La gran diferencia entre caída estacional y debilitamiento capilar, destaca el experto, es que, “la caída estacional llega de repente y no tarda mucho en desaparecer. Mientras que el debilitamiento capilar, más lento y progresivo, comienza por un afinamiento del cabello, dando paso a una caída importante”.
Es recomendable la ingesta de suplementos nutricionales específicos para la síntesis de las proteínas, que en definitiva darán origen a la queratina, tanto del pelo como de las uñas. La dieta que seguimos resulta fundamental en la salud del cabello. Así, se recomienda incluir alimentos ricos en vitaminas A, B y C. Las podemos encontrar en lácteos, arroz, trigo, naranjas, manzanas, zanahorias, kiwis, avena y pomelo, entre otros. Los cítricos, propios del otoño, son ricos en vitamina C y ayudan a asimilar mejor el hierro que poseen los alimentos. Otros alimentos propios del otoño son los tomates, las espinacas o la coliflor, "muy ricos en vitaminas A y C y minerales", señala el Dr. Delgado.
Además, favorece la regeneración natural del pelo contribuyendo a su crecimiento con mayor densidad a través de la cistina, que se encuentra en la carne, huevos, pescados, cereales y frutos secos.
También es necesario que la dieta sea rica en biotina (nueces), ácido fólico (espinacas), hierro (legumbres), así como en betacaroteno (zanahorias, calabazas, pimientos, naranjas o frambuesas), tu aliado para impedir la descamación del cuero cabelludo que puede favorecer la aparición de caspa.
Los platos de cuchara vuelven a los menús en esta época. "Las lentejas o los garbanzos, por ejemplo, nos pueden aportar muchas proteínas", apunta el Dr. Germán Delgado.
En verano el pelo se engrosa para proteger nuestra cabeza del sol, que en esa época del año incide con más fuerza sobre nosotros. Al llegar el otoño y "conforme el sol se va alejando de la Tierra, el cabello pierde calidad y es cuando se cae", según afirma el doctor Juan Ruiz Alconero, médico experto en salud y cirugía capilar.
Solo existen dos medicamentos que tienen poder real para conseguir frenar la caída del pelo: el minoxidil y el finasteride. Por eso, hay que tener mucho cuidado con los productos milagro que no dejan de anunciarse cada año con la llegada del otoño, ya que no son nada efectivos y pueden incluso llegar a resultar perjudiciales para nuestro cabello.
Un ingrediente que puede ayudar a fortalecer y dar cuerpo al cabello es el huevo. Simplemente se aplica un huevo batido en el pelo antes de lavarlo, después se efectúa un masaje durante 5 minutos y se aclara bien. Como el huevo es rico en proteínas animales (aunque no hidrolizadas), tiene los mismos efectos que los champús de fórmulas especiales.
En cualquier caso, no debes obsesionarte con la caída del cabello, ya que en la mayoría de casos es circunstancial y tiene fácil solución.