Cuando iniciamos un nuevo año casi todos nos planteamos objetivos y propósitos de ahorro para gestionar mejor el dinero y compensar el gasto que supuso la Navidad. También nos proponemos lograr más orden en nuestras casas y en nuestras vidas. Cualquier experiencia de otros nos ayuda a ponernos las pilas porque nos preocupa cómo llegaremos a fin de mes y, sobre todo, necesitamos pasar al siguiente sin que se nos descabalen las cuentas y la cabeza.
Pues bien, para evitar sobresaltos económicos sin renunciar a la rutina diaria y una alimentación saludable, pequeños gestos bien pensados harán que el nuevo año sea mucho más llevadero. Primero nos centraremos en los trucos para ahorrar y seguir comiendo bien. Toma buena nota de ellos y llévalos a la práctica:
Haz lista de lo que realmente necesitas. Déjala enfriar unos días y dale otra vuelta, seguro que eliminas cosas. No compres nada que no vaya en tu lista. Ahorrarás dinero. Persevera.
Además, muchas veces aterrizamos en el supermercado antes de la comida o la cena, y llenamos nuestros carros hasta arriba porque cargamos más de lo necesario. Para evitarlo, la mejor hora para ir a comprar son las 15 o 16 de la tarde, tras haber comido y llenado nuestro estómago. Verás como cogerás lo necesario y los caprichos disminuirán porque no tendremos tanta hambre.
Menor impacto medioambiental, menor coste, y más sabor. Las frutas y verduras de temporada se hacen esenciales a la hora de ahorrar en el supermercado y evitar alimentos tratados en exceso con pesticidas y conservantes. Estar al día del calendario de alimentos de temporada permite comprar verduras y frutas en su punto perfecto y natural de maduración.
Prioriza comprar a granel y evita mayoritariamente productos que vengan pelados y cortados. Los frutos secos a granel salen a mejor precio que comprarlos en bolsas ya preparadas. Otro consejo es aprovechar los alimentos para distintas elaboraciones: los huesos de un pollo o la parte menos comestible de las verduras, son bases perfectas para elaborar caldos o sopas que además se puede congelar para aprovechar más adelante.
Mucho se ha hablado y debatido sobre las marcas blancas en los supermercados. Pero la realidad, y más en los tiempos actuales, hace que para una gran parte de alimentos básicos sean imprescindibles porque los precios son realmente muy asequibles y obtenemos igual o similar calidad.
No sucede en toda clase de alimentos ni productos de gran consumo, entonces tendremos que elegir bien lo que necesitamos y que nuestro bolsillo se pueda permitir.
Acostúmbrate a comprar solo una unidad de cada cosa y estrictamente lo que necesites. El “por si acaso” no suele llegar y mientras, te has gastado dinero, los alimentos se estropean, te toca consumirlos y te ocupan espacio. Tendrás que limpiar más. Sé implacable.
Puedes hacerlo cualquier mes del año, aunque enero es fabuloso para poner los marcadores a cero en todo, especialmente en los alimentos de la despensa, nevera y congelador. La segunda semana revisa todo lo que tienes almacenado y ajusta tus menús a los alimentos que van a caducar y a los que tienes abiertos y estrena la tercera semana con una compra nueva. Date esa alegría, pero siempre con tu lista, no la dejes.
Practicar el “meal planning” o lo que es lo mismo, plantear menús semanales y prepararlos con antelación evitará el momento “no tengo nada de cena” que se traduce en “pedir comida a domicilio”. Además, al cocinar en grandes cantidades un día y congelar las sobras, no existen excusas para no comer sano y sobre todo, rápido.
Haz el calendario de menús cada semana o cada 15 días. Luego haz la lista de la compra; está demostrado que quienes lo hacen ahorran un 40%. No vayas de visita al supermercado; no es un museo ni una galería de arte.
Hace algunos años, pocos eran los que hacían uso de las tarjetas de clientes, pero hoy en día gracias a ellas obtenemos descuentos que valen la pena. Cuando pagamos nuestra compra en la caja, basta con enseñarla y acumularemos puntos que se traducen en descuentos. Nuestra próxima compra seguramente sea más barata gracias a estas herramientas de fidelización.
También ahora tenemos más en cuenta los newsletter y folletos de nuestros supermercados donde se destacan aquellos productos más rebajados. Serán los que tendremos en cuenta y, según nuestra planificación, podemos comprar durante esa semana.
No olvides que los supermercados ofrecen productos en promoción. Algunos son novedades que lanzan al mercado para probar cómo funcionan y otros son productos de consumo básico y tradicional a precios muy rebajados.
Algunas semanas encontraremos productos a 1 euro o bien otros que ni siquiera llegan al euro. Hemos de aprovechar tales ofertas para que nuestro carro de la compra sea abundante pero gastemos cada vez menos. Atenta a estas promociones y lánzate al supermercado a por ellas. ¡Verás como tu cartera lo notará!
Ficha estas sencillas recomendaciones prácticas durante el cocinado para que optimices al máximo la eficiencia energética y evites llevarte sustos en la factura de la luz o el gas:
Además, si no quieres dejarte el sueldo en el menú, ficha estas recetas anticrisis, son tan sanas, fáciles, rápidas y baratas que repetirás seguro.
Artículo elaborado con los consejos de Kaiku Sin Lactosa y Pía Nieto