Aunque pueden producirse durante todo el año, es en primavera cuando son más frecuentes los casos de alergia al polen, ya que se trata de la época del año en la que las plantas (gramíneas, ciprés, olivo, plátano) lo producen y lo esparcen a la atmósfera como consecuencia de su ciclo reproductor. Al combinarse el polen con partículas químicas procedentes de la contaminación se crean compuestos más complejos contra los que reacciona el sistema inmunitario. Para entender mejor el proceso, debemos dar respuesta a una pregunta clave: ¿qué es la alergia?
La alergia es una reacción exagerada del organismo ante una sustancia que percibe como un agente nocivo y que hace que se active nuestro sistema inmunitario, causando una respuesta errónea y excesiva de este frente a sustancias presentes en el aire inhalado, principalmente polen y polvo.
Las alergias son más comunes en la infancia y la adolescencia, apareciendo cada vez a edades más tempranas. Sin embargo, la rinitis alérgica puede empeorar con el paso del tiempo y se considera uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo del asma.
Para muchas personas, la alergia respiratoria tiene un impacto significativo en su calidad de vida: impide dormir con normalidad, produce disnea y provoca millones de días de absentismo escolar y laboral. Se estima que entre un 10 y un 20% de las personas que sufren rinitis alérgica presentan síntomas que no están bien controlados pese a utilizar medicación. Entonces, ¿cómo vencer la alergia? La clave consiste en reprogramar nuestro propio sistema inmunitario, y es aquí donde un remedio totalmente natural entra en juego: la cúrcuma.
La Curcuma Longa L, de nombre común, cúrcuma, es una planta de origen asiático muy utilizada como especia y que hoy en día se ha importado a Europa y América con las nuevas tendencias culinarias.
Uno de sus componentes principales es la curcumina, responsable de su actividad biológica y de su característico color amarillo. Además, contiene aceites volátiles, fibras, ácidos grasos, polipéptidos, minerales…
Las propiedades medicinales más importantes descritas de la curcumina son:
La cúrcuma ha demostrado ser un remedio natural efectivo contra enfermedades comunes y con una prevalencia muy alta en primavera como la rinitis alérgica, conjuntivitis alérgica, asma bronquial e incluso como tratamiento para la alergia al látex por tener propiedades que actúan de forma similar a muchos de los medicamentos utilizados en la actualidad para este tipo de afecciones, por lo que se ha convertido en una opción natural para disminuir la aparición y complicaciones de dichas enfermedades.
La cúrcuma se utiliza para tratar las alergias tanto agudas como crónicas, pues ayuda a disminuir los síntomas sin riesgo de dependencia o reacciones adversas.
Combatir el alzheimer, reducir el acné, ayudar a adelgazar o mejorar las habilidades mentales destacan entre los muchos beneficios de la cúrcuma.
Problemas cutáneos como el acné, la psoriasis, la dermatitis o el envejecimiento pueden mitigarse con ayuda de la cúrcuma, dadas sus excelentes propiedades antisépticas, antiinflamatorias y antioxidantes.
Pero además, el consumo regular de la curcumina ha demostrado ser eficaz para mejorar el estado de ánimo y optimizar la memoria. Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles demostraron estas propiedades en una conocida investigación publicada en la revista American Journal of Geriatric Psychiatry.
Por otra parte, los efectos del alzheimer y la demencia pueden mitigarse gracias a la curcumina. En 2016 Ralph Martins y otros investigadores australianos publicaron un estudio en la British Journal of Nutrition que revelaba que "las personas que tomaron curcumina no mostraron deterioro en su cognición durante el período de doce meses".
¿Y qué hay de la pérdida de peso? La cúrcuma es un poderoso aliado para las personas con sobrepeso. Un estudio de la European Review for Medical and Pharmacological Sciences descubrió que la ingesta de un suplemento de curcumina durante 30 días contribuye a perder casi el 5% de la masa corporal.
Por si fuera poco, son numerosos los estudios publicados sobre la curcumina y su utilización en casos de artrosis y otros procesos reumáticos. Uno de los más recientes, publicado en Pain Medicine, ha revisado 8 estudios clínicos sobre la planta, llegando a la conclusión de que los suplementos con curcumina son una opción segura y eficaz para el tratamiento de artrosis y otras inflamaciones articulares.
Según datos de la SER (Sociedad Española de Reumatología), la artrosis de rodilla tiene una prevalencia puntual del 10,2% y la artrosis de mano del 6,2%. Además, aproximadamente la mitad de la población adulta de más de 50 años muestra signos de artrosis de rodilla, más frecuente en mujeres sobre todo a partir de 55 años.
Sin duda, la cúrcuma es una opción natural eficaz para el alivio de la sintomatología. Dependiendo de la intensidad de los síntomas, se aconseja consumir entre 400-1000 mg/día, repartidos en dos tomas.
El mayor problema que presenta la cúrcuma es su biodisponibilidad, es decir, la cantidad real de sustancia que entra en el torrente sanguíneo. De ahí que se recomiende consumirla en compañía de pimienta negra, en caldos y platos calientes o junto con algún tipo de ingrediente graso que mejore su absorción, incrementando así sus efectos en el organismo.
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