Disfrutar de una escapada romántica siempre es un auténtico placer, pero si ésta coincide con una fecha señalada para celebrar el amor, por qué no hacerla más especial para sorprender a la pareja.
Frente al Perito Moreno, a orillas del pintoresco Lago Atitlán, en medio de la sabana africana o viendo cómo se derrama el sol sobre las cristalinas aguas de las Maldivas son algunas de las escapadas románticas que te proponemos. Una escapada diferente, llena de pequeños detalles, donde poder disfrutar de parajes únicos y, cómo no, donde compartir juntos los más bellos amaneceres.
Vida salvaje, espacios inmensos, parajes vivos y sensaciones desconocidas se pueden disfrutar en el área de Ngorongoro, la caldera volcánica más amplia de mundo, el lago Manyara o el Parque Nacional de Serengeti.
Tanzania también ofrece uno de los desayunos más románticos, viendo amanecer, bajo la sombra de un inmenso baobab -árbol africano- y tras un vuelo en globo sobre la infinita sabana. Mientras se degusta su suculento desayuno con champán, con suerte, se puede contemplar cómo una gran manada de elefantes se acerca a una charca a escasos metros del "lodge".
En un pequeño pueblo de Guatemala, a orillas del pintoresco lago Atitlán, se encuentra una antigua hacienda, reconvertida en un exclusivo hotel, que espera la visita de las parejas más soñadoras y románticas. Allí, en la terracita de su villa, espera un desayuno a base dulces típicos guatemaltecos, cocadas y chilacayote y se respira una agradable sensación de paz y tranquilidad.
Basta contemplar el lago más bello del mundo y los tres volcanes que lo custodian, para comprender que hay pocas experiencias en el mundo que puedan conmover tanto.
Al sur de la provincia de Neuquén, en Argentina, existe un lugar mágico que enamora según te adentras en el lago Nahuel Huapi. Mientras las montañas parecen mirarse coquetas en sus aguas, el glaciar Perito Moreno luce en todo su esplendor y el rugido de sus heladas paredes sobrecoge a los visitantes.
Entre tanta belleza y tan exuberante naturaleza se localiza La Angostura, una pequeña villa que ofrece maravillosos desayunos en un ambiente íntimo y refinado, al borde de un acantilado, a escasos metros de Bahía Anchorena y frente al impresionante lago Nahuel Huapi.
Entre la cordillera de los Andes y la estepa de la Patagonia chilena, se halla la provincia de Última Esperanza, donde se levantan orgullosas las Torres del Paine.
Allí, casi en el fin del mundo, frente al impresionante macizo y a la orilla del lago Pehoé, se encuentra "El Explora", un hotel diseñado para relajarse y escuchar el silencio con los primeros rayos de sol en el jacuzzi privado de la suite, mientras se degustan frutas frescas y zumos recién exprimidos.
En mitad de un bosque de acacias, entre palmeras y buganvillas, a orillas del río Zambeze, se mimetizan en el hábitat una serie de "lodges" de lujo, apacibles refugios con balcones privados que reciben al viajero en este oasis con una humeante neblina que llega de la garganta de las cataratas Victoria, situadas entre Zambia y Zimbabue.
Al amanecer, un crucero por el río Zambeze se convierte en un despertar único e invita a degustar un magnífico desayuno para después recorrer las pasarelas que rodean las cataratas o sobrevolarlas en una avioneta.
Durante los meses de menos caudal (septiembre-diciembre) se forma una piscina natural conocida como "La Piscina del Diablo" al borde de las cataratas que ofrece la posibilidad de nadar con total seguridad a pocos metros del salto del agua.
No hay mayor placer que disfrutar de un exquisito desayuno viendo derramarse el sol sobre las cristalinas aguas de las Maldivas, al sur de Asia. Tras llegar en barca a un palafito de cristal, rodeados por miles de peces de colores nadando a nuestros pies, se pueden degustar exóticos zumos y cócteles de frutas como si estuviéramos en las mismísimas profundidades marinas.
Bajo la estética colonial y su halo romántico decimonónico surge un inolvidable viaje a bordo del "Rovos Rail", tren que recorre Sudáfrica y a través de cuyas ventanas se pueden contemplar las minas de carbón y de diamantes, así como recónditos pueblos y manadas de búfalos, elefantes, rinocerontes, jirafas, cebras e impalas.
Con suerte, con las primeras luces del amanecer se puede contemplar la belleza del león y del leopardo, mientras se disfruta de un exquisito café recién hecho acompañado de pastas de mantequilla.
Al norte de Italia, en Bolonia, puedes sorprender a tu pareja con un "picnic" al amanecer en sus hermosas campiñas o en algún ático de sus hoteles boutique, cuando la luz de la mañana tiñe de un rojo intenso los tejados y fachadas de sus casas, obras de arte heredadas de la transición del Medievo a la Europa moderna.
Despertarse en un exclusivo hotel de Manhattan, en Nueva York, junto a la persona amada viendo cómo las siluetas firmes de la gran metrópoli se elevan sobre el cielo, invita a recuperarse del vértigo con un "brunch" o desayuno americano de cinco tenedores.
Después, un lujoso vuelo en helicóptero sobre la Gran Manzana o un paseo en yate privado por la bahía de Nueva York daréis paso a una visita a la mítica joyería Tiffanys, donde podréis adquirir el diamante que selle vuestro amor.
Descubrir la India más misteriosa y envolverse en sus colores adquiere notas tanto de aventura como románticas. El intenso aroma a jazmín y a especias se mezcla en una nube de olores que traslada a la época de los marajás.
Y qué mejor manera de disfrutar de esta aventura que bajo los primeros rayos de sol, con una taza de té masala, elaborado con canela, jengibre, cardamomo, pimienta y clavo, mientras se observa de fondo la perfecta silueta del Taj Mahal, desde la habitación de un antiguo palacio.