Formar un círculo en la harina sobre la encimera y en el centro verter el aceite y el vino blanco. Mezclar la harina con los líquidos poco a poco trabajando bien la masa con las manos hasta que esté consistente. Dejar reposar la masa 10 minutos.
Transcurrido ese tiempo se espolvorea la superficie de trabajo con un poco de harina y se extiende la masa alisándola con el rodillo hasta dejar una capa delgada. Cortar unas tiras de unos 5 cm de largo por 3 cm de ancho y enrollarlas en forma de barquillo. Dejarlas reposar un rato y posteriormente freírlas en abundante aceite caliente. Sacarlas y dejarlas escurrir sobre papel de cocina.
Poner la miel en un cazo a hervir junto con 100 ml de agua hasta hacer un almíbar. En ese almíbar se irán introduciendo los pestiños bañándolos muy bien y después colocándolos sobre una rejilla para que escurran.
Espolvorear los pestiños con azúcar glas y servir fríos.
Observaciones
Para unos 40 pestiños.
Una variante de la receta es incorporar a la masa unos granos de anís.