La mantequilla, que habrá de estar blanda en punto de pomada, se mezcla con el azúcar hasta obtener una masa homogénea.
A continuación se incorpora un huevo. Mezclar.
Finalmente se añade la harina de maíz. Amasar hasta conseguir una masa uniforme.
Extender la masa con el rodillo sobre la mesa de trabajo ligeramente enharinada y dar forma a las galletas con ayuda de un cortapastas o moldes para galletas.
Colocarlas separadas unas de otras sobre una placa de horno engrasada o forrada con papel vegetal.
Pintarlas con el huevo batido restante y hornear a 180º hasta que comiencen a dorarse, aproximadamente unos 12-15 minutos dependiendo el grosor.