Ponemos un recipiente al fuego, añadimos la nata y la fructosa y lo dejamos cocer hasta obtener un almíbar espeso.
Agregamos la almendra molida y las nueces en trozos grandes, hasta que esté la pasta bien mezclada y se despegue del recipiente.
Llena con esta mezcla moldes alargados que previamente hemos cubierto con papel de cocina transparente, lo envolvemos y se coloca encima algo que pese y se deja que vaya prensando durante toda una noche y al día siguiente el turrón está listo para comer.
Cómo adaptar la receta a la dieta Montignac
Para adaptar la receta a Montignac, el azúcar lo cambiamos por 250 gramos de fructosa y la nata que sea baja en grasas. Será apto para postre de comidas lipídicas o entre horas.