Cómo hacer panna cotta con manzana y flor de violeta paso a paso
Pelar las cinco manzanas. Cortarlas en 4 trozos, retirar el corazón y trocearlas en pequeñas rodajas. Poner todo en una cazuela junto con 40 gramos de azúcar y media cucharadita de canela. Lavar el limón y rallarlo sobre las manzanas. Añadir también un poco de limón exprimido y agua, y poner a cocer durante 3 minutos.
Al cabo de ese tiempo, apartar 2 cucharadas soperas de manzanas maceradas, y reservar para la decoración final. El resto, dejar cocer hasta que la mezcla obtenga la textura de un puré con las manzanas casi deshechas.
Repartir la mitad de ese puré en cuatro vasitos de postre y enfriar. La otra mitad se sigue cocinando hasta obtener una textura homogénea. Agregar el resto del azúcar y remover hasta que este se haya derretido completamente. Después, retirar del fuego.
En ese momento, remojar las hojas de gelatina en abundante agua fría durante 3 minutos hasta que se ablanden completamente. Apretar bien la gelatina, añadirla al puré, y remover firmemente hasta que se disuelva. Dejar enfriar, removiendo de vez en cuando hasta que la mezcla esté casi fría, pero no solidificada del todo.
Por otro lado, batir la nata hasta que haya alcanzado consistencia y sin que se quede demasiado apelmazada. Poner el mascarpone en un bol, añadir la leche, y también, poco a poco, la nata montada, removiendo de forma constante.
Tan pronto como el puré de manzana y gelatina esté frío (pero no solidificado) agregarlo a esta última mezcla de la nata y el mascarpone, y mezclar muy bien toda la combinación.
Finalmente, verter esta panna cotta en los vasos que previamente se habían rellenado hasta la mitad, dejar que se asiente todo, y enfriar un par de horas en la nevera.
Media hora antes de servir, sacar los vasitos con la panna cotta del refrigerador y dejarlos a temperatura ambiente. Decorarlos con las manzanas maceradas en azúcar, canela y limón, espolvorear con caramelo triturado y adornar con una flor de violeta.
Observaciones
4-6 personas
Una receta primaveral que puede convertirse en el postre ideal para sorprender a la familia, amigos o a cualquier invitado después de una comida creativa.