El deporte está de moda y cada vez tenemos más posibilidades de practicarlo al aire libre o participar en carreras populares. Tanto si eres principiante y nunca antes te has enfrentado a la línea de llegada, como si ya tienes experiencia participando en competiciones, cualquier nueva meta deportiva puede generar dudas: ¿cómo planificar el entrenamiento? ¿estará nuestro cuerpo y nuestra mente preparados? ¿podremos lograrlo solos o necesitaremos ayuda?
Aunque está claro que para conseguir cualquier meta deportiva es necesario aumentar nuestro rendimiento físico, a veces no tenemos en cuenta otros aspectos que pueden influir en él. Es por eso que Martín Fiz, excampeón español del Mundo de Maratón, nos da una serie de consejos que nos ayudarán a conseguir la victoria sea cual sea nuestra nueva meta deportiva:
Conócete
Nuestros requerimientos y necesidades varían totalmente según el reto que nos propongamos. Ten en cuenta aspectos como la duración de la competición, el grado de intensidad -con sus respectivos períodos de descanso-, tu estado físico, e incluso tu postura y técnica a la hora de practicar ese deporte. Si tenemos en cuenta todos estos elementos, sabremos dónde poner el foco de mejora y podremos planificarnos de la mejor manera para llegar a nuestro objetivo.
Evita el riesgo de lesión
La prevención va estrechamente relacionada con el rendimiento deportivo, y puede ser tanto en el terreno físico como mental, con lo que es necesario preparar ambos. El calentamiento y los estiramientos siempre deben ser una parte obligatoria de la precompetición, especialmente de aquellos grupos musculares que vayas a ejercitar más. Esto será fundamental para incrementar las pulsaciones y el flujo sanguíneo en la zona, lo que permitirá aumentar la capacidad de los músculos para funcionar mejor. Algo que también parece trivial pero que es fundamental es la vestimenta y el calzado, especialmente si hablamos de superficies duras, pues implican un mayor impacto para las articulaciones. Por otro lado, el componente psicológico juega un papel fundamental en el deporte: el hecho de estar desmotivado puede incrementar el riesgo de sufrir una lesión, especialmente en aquellos momentos en los que perdemos la concentración temporalmente. Así que piensa en positivo y ten claro tu propósito durante todo el reto.
Nuestras necesidades nutricionales también han de adaptarse al reto que tenemos por delante. Así, es muy importante considerar lo que comeremos los dos días previos a la sesión o competición. Si por ejemplo va a ser de larga duración- por encima de la hora y media-, tendremos que incluir en nuestra dieta alimentos ricos en carbohidratos complejos, los cuáles nos darán energía progresivamente en el tiempo, como el pan, el arroz, la pasta, la patata, o la quinoa. También es recomendable incluir alimentos con un aporte calórico consistente, como pueden ser los frutos secos, que además nos proveerán de minerales esenciales para el rendimiento muscular, como el calcio o el magnesio. Por otro lado, si nos encontramos ante un reto donde prima la fuerza y el rendimiento muscular, destacaremos la ingesta de alimentos ricos en proteínas, como los huevos, el pescado, o la carne.
No subestimes el descanso
Así como el entrenamiento y la alimentación son fundamentales para el rendimiento deportivo, es igual de importante dormir bien. En especial, mantener un ciclo de vigilia-sueño constante. Para ello, lo mejor es irse a dormir siempre a la misma hora y dejar que el cuerpo haga el resto.
Evita los hábitos tóxicos
Fumar, tener horarios caóticos que alteran nuestra rutina, o consumir bebidas alcohólicas de alta graduación, no son hábitos aconsejables para nuestra salud. Pero es aún más importante evitarlos los días previos a la competición que vayamos a realizar, ya que los efectos que pueden tener en el organismo y en nuestro rendimiento son imprevisibles.
Ayudas adicionales
El uso de complementos alimenticios que te proporcionen un extra de energía y concentración pueden ayudar a marcar la diferencia en tus resultados, con lo que siempre es recomendable incorporarlos según tus necesidades. Como nos cuenta Martín, “a los 15 días de tomar un complemento alimenticio orientado al deporte, noté que el día después de realizar sesiones exigentes, mis piernas estaban más fuertes, como si no notaran la acumulación de ácido láctico. El tiempo de recuperación de grandes esfuerzos pasó de ser de 2 días a unas 30 horas”.