Aunque cada dieta hipocalórica puede incluir sus pautas específicas, las sugerencias que detallamos a continuación resultarán muy útiles para llevar a cabo con éxito cualquier plan de alimentación bajo en calorías. ¡Toma nota!
Salvo en los casos que venga especificado, no debes quitar ni añadir ningún alimento. De esa forma te asegurarás de consumir los nutrientes necesarios al plan de alimentación y obtener una pérdida de peso saludable y eficaz.
Es muy importante no saltarse ninguna ingesta y desayunar cada día. También debes respetar la cantidad permitida en cada una de ellas.
Al principio es aconsejable pesar los alimentos para adquirir un mayor control de la cantidad.
Algunos alimentos como la lechuga, escarola, pepinos, apio y caldos desgrasados pueden consumirse en cantidad libre. El "caldo desgrasado" es aquel al que se le extrae la grasa (acumulada en la parte superior) en frío.
Dada la naturaleza hipercalórica de las grasas, deben vigilarse mucho en un plan de alimentación bajo en calorías. Puedes usar una jeringa para evitar sobrepasar la cantidad permitida y utilizar técnicas culinarias que no requieran de mucho aceite: plancha, horno, vapor, brasa, microondas, papillote…
Emplea salsas y guarniciones bajas en grasa y calorías como las ensaladas y los caldos desgrasados. Aumentan el volumen de los platos, su capacidad de saciedad y hacen más variada y apetecible la dieta.
Para condimentar los platos se aconseja utilizar hierbas y/o especias aromáticas como el laurel, tomillo, orégano, ajo, perejil, limón… Emplear sal con moderación para evitar la retención de líquidos.
Tendrás que evitar en lo posible los alimentos más calóricos y ricos en grasas:
Sin duda, la bebida más recomendable es el agua. Se aconseja beber de 1,5 a 2 litros al día. También pueden consumirse infusiones y en la relación social bebidas refrescantes sin azúcar (light).
Para endulzar las bebidas pueden utilizarse edulcorantes artificiales (sacarina) con moderación.
Si no se indica lo contrario, con la leche puede tomarse café de cafetera o café soluble, normal o descafeinado, achicoria o extracto de cereales.
Es muy importante comer con tranquilidad, masticando bien los alimentos, de forma ordenada y sentada en la mesa.
Intenta que la dieta sea compatible con el menú familiar, si no es posible en su totalidad, al menos en el plato principal. De ese modo se disminuye el trabajo y se facilita la integración de la dieta en las costumbres familiares.
Para evitar impulsos, planifica los menús con antelación y acude al supermercado con una lista “cerrada” y sin sentir hambre. Resultará más sencillo no dejarse llevar en la compra de alimentos inadecuados al plan de alimentación.
Es necesario combinar la alimentación con la práctica de alguna actividad física, andar, nadar, montar en bicicleta…
Cuando sigues una dieta hipocalórica, las fiestas, días especiales e invitaciones suelen presentar dificultades. Tranquila, te damos algunas ideas para evitar que los actos sociales rompan con la buena marcha de tu plan de alimentación bajo en calorías:
Si pese a tus esfuerzos te has excedido, no pienses que todo está perdido ni te agobies en exceso, simplemente compensa en la siguiente comida y prosigue con tu dieta habitual.